La condenan por crimen, pero queda libre
Las investigaciones arrojaron que la responsable del asesinato contrató a los miembros de la pandilla en ese entonces llamada Vietnam 23 del barrio de El Chorrillo.
Han pasado nueve años del asesinato de Sandra González y aún los familiares están a la espera de que los homicidas paguen el crimen, a pesar de un veredicto de culpabilidad.
El hecho ocurrió el 7 de mayo de 2009, a eso de las 5:00 de la mañana, cuando González abordó un taxi rumbo a su trabajo, pero un menor de edad apodado "Macuto" le propinó dos disparos en el pecho que la hirieron de gravedad.
Tras el hecho que ocurrió frente a su casa en Santa Cruz, Villalobos, Pedregal, un familiar trasladó a Sandra hasta la policlínica JJ Vallarino, donde dictaminaron la muerte, minutos después de haber ingresado.
Celos mortales
Las investigaciones apuntaron como responsable a Caroline Denise Wood Olier, la amante del esposo de Sandra González. Wood Olier estaba sentida porque el hombre no quería nada con ella, por lo que le envió varios mensajes de amenaza a González.
Unas 24 horas después de lo ocurrido se detuvo a Caroline Denise Wood Olier.
Las investigaciones arrojaron que Wood Olier contrató a los miembros de la pandilla en ese entonces Vietnam 23 del barrio El Chorrillo, entre ellos a José David González Aguilera, cabecilla de la banda para realizar el trabajo.
Para el pago del trabajo, Caroline solicitó un préstamo por 5,000 dólares, que utilizó para que el pandillero apodado "Tito Mini" hiciera el encargo. Este, a su vez, le encomendó el crimen a otro sujeto apodado "Macuto", quien acabó esa madrugada con la vida de González.
Otro de los actos que vincularon a Caroline era que su auto estuvo cerca de la escena del crimen, y al notar que a González la llevaron al centro médico, llamó a la policlínica para preguntar si había muerto y ahí comprobar que había fallecido.
Audiencias
Desde su detención una día después del homicidio, la autora puso en práctica una serie de artimañas, desde salirse embarazada en la cárcel, sin recibir visitas conyugales, según indicó una fuente, hasta cambiar en reiteradas ocasiones de abogados, lo que le ayudó a extender el proceso que se desarrolló bajo el sistema inquisitivo.
Finalmente, nueve años después, el pasado viernes 25 de mayo, Caroline Denise Wood Olier y Juan David González Aguilera fueron enjuiciados en una audiencia oral, en la que un jurado de conciencia por decisión unánime declaran culpables a ambas personas.
Pero el magistrado José Ho Justiniani, a pesar del veredicto, permitió que Caroline quedara en libertad, alegando que había que resolver un recurso interpuesto por la culpable. No ha sido fijada una pena.
La acusación particular advirtió el peligro que esa decisión judicial puede provocar, porque la señora declarada culpable, muy bien puede darse a la fuga y no cumplir la condena que le debe ser impuesta en los próximos 30 días.
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