La industria de la construcción en Panamá está en cuidados intensivos
En los últimos 10 años la participación de la industria de la construcción en el Producto Interno Bruto (PIB) ha tenido un comportamiento cíclico, mostrando una inclinación a la baja después del año 2012.
"La industria de la construcción en Panamá se encuentra en cuidados intensivos ", según destacó este jueves, Gabriel Diez, expresidente de la Cámara Panameña de la Construcción (Capac).
Según Diez, en el quinquenio pasado esta industria creció como la yuca, "'pa' bajo" y ahora primero hay que poner las cifras en cero para poder empezar a hablar de crecimiento.
Las palabras de Diez se fundamentan en las alarmantes cifras que tiene el sector de la construcción en Panamá, según un informe presentado por el ingeniero Jorge Lara y Manuel González Ruiz, vicepresidente y expresidente de la Capac, respectivamente.
En un conversatorio con miembros de la prensa, Ingeniero Lara, sustentó él ve con muy buenos ojos la iniciativa que está tomando el gobierno en cuanto a todos los anteproyectos de Ley que pretenden adelantar para reactivar la industria, al igual que están apostando a un cambio en la percepción nacional, ya que es muy negativa, a la vez que esperan que la banca se motive y se sume, ya que al aumentar el rango del interés preferencial de $120 mil a $180 mil propiciará mayores ventas y la dinamización de la industria prontamente.
Según destacó, en los últimos 10 años la participación de la industria de la construcción en el Producto Interno Bruto (PIB) ha tenido un comportamiento cíclico, mostrando una inclinación a la baja después del año 2012 donde incidió de forma positiva la Ampliación del Canal de Panamá y la Línea 1 del Metro, ya que por ejemplo en el año 2008 el aporte fue de 31,3%, en el 2012 este tuvo un ascenso y logró alcanzar el 58,3%, pero en el 2016 esa tasa se redujo hasta el 35.6%, la caída continuó y para el 2018 solo representó el 24.6%, convirtiéndose este en el registro más bajo del sector en la presente década.
El PIB no fue el único renglón que presentó un caída significativa en los últimos años, pues la mano de obra, es decir el número de trabajadores ocupados en el sector de la construcción hasta agosto de 2018 fue de 189,839, lo que representa el 10,2% de la población económicamente activa, y en promedio ess la mitad de la que se encontraba laborando en el año 2012 cuando era de unos 300 mil personas, destacó Lara.
Como si esto fuera poco, otro importante renglón que presenta un visible descenso es el de la inversión extranjera directa, ya que por ejemplo en 2016 esta fue de $5,000 millones, en el 2017 disminuyó a $4,570 millones y para el 2018 se ubicó en tan solo $3,900 millones.
Aunado a esto el comportamiento la cartera crediticia local también bajó ya que el saldo de los créditos hipotecarios a noviembre de 2017 era de $17,830 millones, mientras que a noviembre del 2018 fue de $16,868 millones, lo que representa un ligero decrecimiento de un 5.4%.
Pese a la tendencia a la baja, la Capac apuesta el crecimiento de los indicadores de la industria que ha sido fuertemente golpeada en el último quinquenio en los procesos de ejecución, adjudicación, inicio de trabajos y obras por licitarse y contratarse, importantes proyectos de inversiones públicas y privadas, como su principal sustento para dinamizar el sector en el menor plazo posible.
Actualmente apuestan para la generación de empleos ligados a esta industria en la ejecución de obras públicas, como lo son las nuevas líneas del Metro de Panamá, las ampliaciones de la carretera Panamericana, la construcción del cuarto puente sobre el Canal, las interconexiones viales en el área portuaria, así como en una serie de proyectos privados dirigidos a la edificación de centros logísticos, la complementación de proyectos mineros y energéticos, entre otros.
Pero, ninguna de estas proyecciones será suficiente si además no se modifica la Ley de Contrataciones Públicas, para que empresas tradicionalmente panameñas puedan licitar y adjudicarse proyectos de hasta de $7 millones, con lo cual se daría un mayor espacio a la participación a las empresas nacionales, puntualizó Lara.
Por su parte González Ruiz, sustentó que la situación de la industria de la construcción es preocupante ya que ha "habido un decrecimiento bastante grande, ya que en algunos lugares la afectación a promotores podría alcanzar hasta un 80%".
Sustentó que aunque las consecuencias de la huelga que adelantó el Sindicato Único de la Construcción y Similares (Suntracs), entre abril y mayo de 2018 fueron bastante graves, el problema actual de la industria se sustenta en un problema de mercado y sobreoferta, por lo que se están dando alternativas para generar nuevos trabajos.
Puntualizó que la tramitología y la burocracia previa que conlleva adelantar una obra son sorprendentes, porque se está sujeto a la discrecionalidad del funcionario en donde los cambios que se producen en cada paso son insignificantes, por lo que piden a las autoridades deben realizar los cambios necesarios para acelerarlos para que una vez los proyectos que se puedan iniciar, tan pronto el mercado tenga las condiciones, lo puedan hacer lo más rápido posible.
Para reactivar la economía panameña "hay muchas cosas que se pueden hacer y por ello ya se están en conversaciones con las nuevas autoridades y esperamos que parte de esas leyes que ellos han anunciado sirvan para incentivar la industria", refiriendo se la propuesta de Ley de Asociaciones Público - Privada.
Sustentó que de nada sirve que el gobierno quiera apostar por esta ley si el sector bancario no la acepta para que nuevos bancos puedan incursionar en el tema del interés preferencial, que según la propuesta, sería da de $120 mil a $180 mil, eso ayuda, al igual que lo haría la Ley de Leasing Habitacional la cual a corto plazo podría convertirse en un gran apoyo para los promotores que actualmente se encuentra con una gran cantidad de inventario.
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