¡La utopía de los vuelos de deportación!
Pero hoy la realidad es diferente. Tras la decisión de Panamá de colocar en suspenso las relaciones con Venezuela, por el tema de las elecciones presidenciales, el chavismo de Nicolás Maduro respondió con la suspensión de los vuelos comerciales desde y hacia Panamá.
Los vuelos de deportación de migrantes que arriben a Panamá por la selva del Darién, se convierten en una utopía ante la realidad.
EEUU anunció con bombos y platillos un acuerdo firmado el 1 de julio por Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional y el estrenado canciller panameño Javier Martínez Acha, en la que Washington aportaría $6 millones para deportar a los migrantes.
Pero hoy la realidad es diferente. Tras la decisión de Panamá de colocar en suspenso las relaciones con Venezuela, por el tema de las elecciones presidenciales, el chavismo de Nicolás Maduro respondió con la suspensión de los vuelos comerciales desde y hacia Panamá.
Hace apenas 12 días, la agregada regional de Seguridad Interna de Estados Unidos, Marlen Piñeiro afirmaba que las "deportaciones y expulsiones" en vuelos chárter y comerciales de migrantes que ingresen a Panamá a través de la selva del Darién, era "inminente".
El 66% de los más de 223 mil migrantes que han llegado este año por Darién proceden de Venezuela. En junio arribaron 31,049 viajeros que aspiran al sueño americano y en julio 20,519.
El Gobierno de Panamá cerró hace poco -con alambradas- cinco puntos de acceso para forzar que los migrantes irregulares entren por Cañas Blancas, donde inicia el corredor humanitario, que es custodiado y patrullado por el Senafront hasta llegar al punto de registro en Bajo Chiquito.
De allí siguen su travesía en piraguas por más de cuatro horas hasta Lajas Blancas, donde están los buses que los esperan para llevarlos a suelo costarricense y seguir su ruta hacia Norteamérica.
Ante la situación política en Venezuela, Panamá se debe preparar para enfrentar un mayor flujo de migrantes, lo que le agregaría más presión a la ruta de la Selva del Darién y a las soluciones acordadas con Estados Unidos.
Si Venezuela, no permite vuelos desde Panamá, eso significaría que los migrantes tendrían dos opciones: quedar varados en Darién o seguir su ruta hacia EEUU en meses en los que ese país estará inmerso en plena campaña electoral y la migración será uno de los temas principales de debate. ¡Así las cosas, los vuelos de deportación, es un sueño que parece que no despegará!
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