Nos montan campaña y todos corremos tras el balón Martinelli
Tengo años escribiendo que las realidades post invasión muestran un proceso en curso que apunta hacia el control total de la gobernanza política, por parte de los clanes del poder económico. La vuelta al poder de los clanes de la oligarquía dentro de un afianzamiento de democracia liberal y formal.
En la ciencias sociales, tengo para mi, que la objetividad no necesariamente es neutral; las conclusiones a las que se llega, llevan agua para algún molino de agua( intereses).
En este contexto, siempre ocurrirá que que alguien o algunos, te ubiquen y estigmaticen de que está o apoya a algunos de los intereses en pugnas. Eso no debe ser óbice para externar lo que es el producto de un análisis.No hay que tener miedo a estigmatizaciones.
El mundo de las ideas es multicolor; lo fundamental, auscultar las contradicciones que oculta el fenómeno. Esto es parte de la objetividad. Obvio, hay fuerzas e intereses que rehuyen desde esta perspectiva el análisis. No les conviene.
Tengo años escribiendo que las realidades post invasión muestran un proceso en curso que apunta hacia el control total de la gobernanza política, por parte de los clanes del poder económico. La vuelta al poder de los clanes de la oligarquía dentro de un afianzamiento de democracia liberal y formal. Es en este escenario, valga explorar las contradicciones que están moviendo la contienda electoral.
Es obvio que el poder económico, sus poderes mediáticos, están detrás de la estrategia de sacar de la contienda electoral al expresidente Ricardo Martinelli. Para que no me mal interpreten, no afirmo que es inocente de los cargos para enjuiciarlo y condenarlo. Pero como abogado, observé cosas extrañas al debido proceso. He escrito, el día que la institución del debido proceso se mediatice, cerremos los tribunales y que reine una especie de absolutismo judicial.
En efecto, hay contradicciones por los lado del bloque dominante y paradójicamente, Martinelli que pudo ser considerado como parte de ellos, lo consideran un enemigo y reprochable adversario, aunque sea un hombre de convicciones de derecha.
El análisis anterior es lo que me mueve, a no simplemente hacerle coro a la oligarquía en este affaire Martinelli. Pienso que muchos y hasta sectores del movimiento popular, sin darse cuenta le hacen coro a la oligarquía en su guerra contra el expresidente.
Una línea táctica, pienso la correcta, pasa por adversar al expresidente, pero lo que no podemos hacer, pasar por desapercibido que en estas contiendas electorales, la oligarquía juega a colocar un cuadro orgánico en la Presidencia.
Nos han montado una campaña y todos corremos detrás del balón Martinelli. Como se dice: por mirar los árboles, nos estamos perdiendo en el bosque.
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