Nueva esperanza para familiares de desaparecidos de la Invasión
Un grupo de forenses inició ayer los trabajos para exhumar nuevamente algunos restos de víctimas de la invasión de Estados Unidos a Panamá hace 30 años, lo que llena de esperanza a familias que siguen sin encontrar a sus seres queridos muertos o desaparecidos en esa acción militar.
Las autoridades judiciales dieron el aval para que se saquen 19 restos enterrados en el Jardín de Paz, luego de que una comisión establecida hace tres años para encontrar la verdad sobre los muertos y desaparecidos en la invasión documentase una veintena de casos.
La fiscal Maribel Caballero detalló que esos restos se van a cotejar con pruebas de ADN de familiares de 14 casos documentados de desaparecidos en los que se ordenó la reapertura de una investigación.
Los trabajos comenzaron con la colocación de unas cintas amarillas y medición del área donde los forenses harán las excavaciones. Los familiares, que asistieron a presenciar el proceso, esperan que se saquen los primeros restos a partir del martes.
El Ministerio Público dijo que los protocolos para estos trabajos contemplan una fase preparatoria de revisión de información y una programación para hacer las excavaciones.
Se prevé que esta diligencia continúe por varios días, señaló. Los trabajos cuentan con el respaldo de antropólogas argentinas, se agregó.
Entre las familias esperanzadas figura el de la esposa de un militar de las antiguas fuerzas del general Manuel Noriega, que junto con sus hijas exigen que se abra un ataúd en donde según ellas se colocó erróneamente el nombre de su familiar.
Voy a exigir que me abran ese ataúd porque allí tienen el nombre de mi papá, es una falta de respeto poner el nombre sabiendo que tres veces ante la fiscalía dije que no es mi papá, señaló a The Associated Press Brigitte Bethancourt, de 60 años, hija del teniente Braulio Bethancourt, quien se cuenta entre las víctimas castrenses panameñas de la invasión del 20 de diciembre de 1989.
En el Jardín de Paz hay enterrados más de un centenar de muertos en la invasión que inicialmente fueron exhumados a pocos meses de esa operación porque habían sido tirados en bolsas en fosas comunes.
Para mí esta es una celebración de poder saber dónde va a estar mi papá, señaló Bethancourt, quien vive desde hace 20 años en California. El luto lo pasamos.