Panamá y politización de servicios de inteligencia
En el catecismo del funcionario de inteligencia, la tesis de que la inteligencia está y debería estar estrictamente separada de la política... Está contenida en la teología de la inteligencia, como la doctrina de la separación de la iglesia y del Estado está en la Constitución estadounidense, señalaba Hans Heymann
Ni en la época militar la inteligencia actuó con los parámetros del gobierno de la administración pasada cuando miembros activos de la Fuerza Pública operando desde el Consejo Nacional de Seguridad (CNS), al mejor estilo de Vladimir Montesinos actuaron conscientemente con intereses políticos, violando las leyes y no en defensa de los intereses de la patria.
Estos oficiales de la Fuerza Pública activos en ese momento actuaban políticamente al servicio de un presidente de turno. Violando los actuales reglamentos y leyes de la Fuerza Pública que rigen en democracia.
En mi época existía la Obediencia Debida en la ley 20 que regía las Fuerzas de Defensa y estaba en la Constitución de la República que las autoridades del momento nunca quisieron aplicar con la excusa de que el comandante en jefe es el presidente y es el responsable de todas las actuaciones en servicio.
I.- ¿Qué es la politización del Servicio de Inteligencia del Estado?
Un elevado grado de influencia en temas judiciales y políticos normalmente fuera de su competencia, sirviendo a intereses del gobierno de turno. Esto se expresa en la tendencia al clientelismo político que convierte a las agencias de inteligencia, como muchas otras reparticiones del Estado, en botines de ciertas fracciones de los partidos o del partido gobernante.
En casos extremos, los servicios de inteligencia, con toda su capacidad y todo su equipo instrumental (escuchas clandestinas, espionaje selectivo, informantes pagados, etc.), son transformados en una policía política al servicio de un gobierno y en desmedro de sus opositores políticos.
II.- La Policía Política en democracia.
Es la obtención de información política por parte del Estado con elementos de la inteligencia nacional. Esta recopilación de información puede tener diversos fines: tales como combatir a opositores políticos, control o seguimiento de organizaciones sociales, ONG, sindicatos, federaciones de estudiantes y grupos de presión con el fin de amedrentarlos, infiltrarlos e identificar su comportamiento. Oficiales de la Fuerza Pública actuaron como una policía política bajo las órdenes del partido en el poder del gobierno pasado.
III.- ¿Qué es terrorismo de Estado? O “lawfare” que puede ser Persecución judicial, instrumentalización de los tribunales, judicialización de la política, guerra jurídica o guerra judicial. El terrorismo de Estado consiste en la aplicación de métodos ilegítimos y arbitrarios por un gobierno con la intención de producir miedo o terror en el pueblo para lograr sus objetivos y manipular comportamientos que no se producirían por sí solos. El estado mismo se convierte en un agente de terror. Usando sus organizaciones de inteligencia, políticas o la justicia (lawfare) para amenazar los valores fundamentales del ciudadano.
IV.- ¿Qué es el “lawfare”?
La palabra “lawfare” en inglés nació como un juego de ortografía porque “warfare” es hacer la guerra y “lawfare” viene a ser una guerra en que el arma es la ley mediante el uso arbitrario e indebido de los instrumentos jurídicos para fines de persecución, valiéndose del Órgano Judicial como instrumento de persecución política para minar o destruir la imagen pública de un adversario político o para inhabilitarlo, combinando acciones aparentemente legales con una amplia cobertura de prensa para presionar al acusado y su entorno (incluyendo familiares cercanos) para hacerlo más vulnerable a las acusaciones sin pruebas, pero manteniendo una apariencia de legalidad, para inhabilitar o provocar el repudio popular de un opositor político para que pierda apoyo popular y quebrantar su imagen política.
Una procuradora que sale de las filas del CNS de la pasada administración actuó aplicando el método conocido como “lawfare”.
V.- LA MISIÓN DE LOS SERVICIOS DE INTELIGENCIA EN DEMOCRACIA. La inteligencia es la herramienta más elevada de información requerida para la toma de decisiones sobre temas vitales para la conducción política y estratégica de un Estado.
La función de los servicios de inteligencia en una democracia se debe limitar a: recoger, procesar, analizar y evaluar información para comprender y pronosticar lo que puede suceder en el terreno de la seguridad y la defensa, detectando riesgos y peligros a tiempo con el objeto de poder desactivarlos, pronosticar las posibles consecuencias de las respuestas que se adopten y, una vez adoptada una medida, informar sobre el terreno de acción para permitir su éxito.
Pero los servicios de inteligencia no deben en ningún caso proponer, tomar o ejecutar decisiones políticas, ya que este tipo de actos políticos conciernen exclusivamente al gobierno central.
VI.- SERVICIOS SECRETOS SOSTENES DE REGÍMENES. En los estados autoritarios y totalitarios los servicios secretos disponen de la capacidad de decidir y actuar en la esfera política más allá de su misión de recoger y analizar información. Su misión fundamental es reprimir y eliminar a la disidencia política convirtiéndose en uno de los sostenes del régimen.
VII.- Conclusiones: En Panamá como método de gobernar se adoptó la politización de la inteligencia y el terrorismo de estado en la modalidad de “lawfare”, ambas medidas ilegales y no democráticas.
1. - Hoy la inteligencia está prostituida produciendo inteligencia para futuras aspiraciones políticas y pasa a hallarse en el centro de la política y corriendo el riesgo de convertirse en una descarada apologista de una política determinada.
2.- Hoy se ha desvirtuado la misión de los organismos de inteligencia que no deben ser los que determinen los objetivos; no son arquitectos de la política; no son los gestores de proyectos; no son los que realizan las operaciones.
3.- Lo ideal, que debiera ser un principio estratégico, es “la razón de estado” de mantener al sistema de inteligencia fuera del conflicto partidario.
4.- Los poderes políticos de turno de todos los gobiernos después de la invasión de 1989 han penetrado y politizado la inteligencia y su capacidad de analizar objetivamente los hechos y las amenazas contra el país.
5.- El efecto dañino y perjudicial de la politización de la inteligencia es el principal factor del crecimiento y fortalecimiento de las organizaciones criminales.
6.- La politización de la inteligencia quedó establecida en la última administración.
7.- Se agotó el sistema y sólo queda la disolución del actual Consejo Nacional de Seguridad, que conquistó una negativa notoriedad bajo la conducción del gobierno pasado.
8.- “Carga tu cruz solo” debe ser el mensaje para la actual Fuerza Pública. No debe ser ni verse politizada. Ahora no existe la obediencia debida. Cada servidor miembro de la Fuerza Pública, es el responsable de la opinión pública sobre sus actuaciones profesionales.