Peritos del caso Lava Jato alteraron su informes
La audiencia del caso Lava Jato Panamá culminó ayer y la jueza Balosia Marquíne se acogió al término de ley para dictar la sentencia a 32 personas, procesadas por blanqueo de capitales.
El procesado Ramón Fonseca Mora dijo que las acusaciones de la Fiscal Isis Soto estuvieron tan mal sustentadas y sin ni una prueba, que a nadie le sorprendería si la Juez inicia una investigación para averiguar de dónde sacó tal mamotreto de acusación.
Fonseca Mora destacó que sus defensores acusaron a la fiscal de haber ocultado documentos de pruebas y dijo que la agente de instrucción se expone a un proceso con penas de prisión de 3 a 7 años.
El jurista destacó que además de ocultar pruebas, la Fiscalía le pidió a su peritos que alterara su informe borrando a dos de sus tres investigados.
Quedaría la Juez como una persona que desea que los procedimientos se hagan correctamente en el Órgano Judicial. Una héroe, en los ojos de muchos.
Fonseca Mora resaltó que la abogada de la licenciada Mercedes Riaño, acusada en nuestro juicio, pidió que se investigue y encarcele a los fiscales que ejercieron presión psicológica a su representada, tratando de obligarla a que se declarará culpable y nos acusara, manteniéndola bajo presión casi hasta media noche, diciéndole que iría presa y que no podría volver a ver a su padre que se estaba muriendo.
En este juicio que duró 6 días, el Ministerio Público estuvo representado por los fiscales, Isis Soto y Octavio Nicolau, que solicitó una sentencia condenatoria para 20 personas y la absolución para cuatro. En tanto, la defensa técnica particular integrada por 9 abogados, solicitó la absolución de sus representados.
En tanto, el cofundador de Mossack Fonseca, Jürgen Mossack, expresó ante la jueza que durante el juicio se trató de indicar que el software que manejaba la empresa era "top secret", cuando en realidad fue creado por ingenieros de sistemas de la propia firma para sus clientes.
Mossack también recordó que el pasado viernes un juez en Colombia absolvió a Jorge Humberto Sánchez Amado, representante de Mossack Fonseca en ese país, y a otras personas en relación a un caso de enriquecimiento injustificado y evasión de impuestos, derivado de los Panamá Papers.
Y, no quedó allí, porque el juez especializado en casos de lavado de activos, también solicitó copia de los expedientes para acusar a los fiscales por dar "información tendenciosa y parcialmente falsa".
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