¡‘Picuiro’ se jubila!
El jefe de la inteligencia presidencial, Rolando López Pérez, se habría jubilado el martes, el mismo día en que la defensa de Ricardo Martinelli destapó que desde la computadora del secretario del Consejo de Seguridad, salieron los correos utilizados para armar el caso pinchazos.
López Pérez cumplió 30 años de servicios. El oficial, oriundo de Veraguas, primero estudió en el Instituto Militar Tomás Herrera y luego en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro, en Quito, Ecuador, cuyo lema reza: ¡Solo venciéndote, vencerás!
Conocido como “Picuiro”, una especie de ave de pecho abultado, López ingresó a las Fuerzas de Defensa de Noriega en 1989. Su eslogan preferido es: ¡Vivir con Honor y Morir con Gloria!
La invasión lo agarró siendo subteniente en la base de Río Hato. Los informes de inteligencia lo vincularon, en cierta forma, al movimiento de diciembre de 1990 del coronel Eduardo Herrera.
Rolando López Pérez fue el militar preferido del mandatario Juan Carlos Varela, quien desde un principio lo utilizó para todas sus operaciones. Fue clave en armar la llamada “Procuraduría Paralela”, mediante la cual un particular preparó los expedientes iniciales contra funcionarios del anterior Gobierno. Las revelaciones en el caso pinchazos han revelado que también fue el cerebro para instruir ese caso.
Empujó a su profesora Kenia Porcell como procuradora de la nación; nombró a su compadre Alexis Bethancourt en la UAF y luego lo recomendó para ministro de Seguridad. Colocó a su segundo en el espionaje presidencial: Jacinto Gómez, como subdirector de la Policía Nacional.
Las tareas que le cumplió a Varela fueron recompensadas. Percibió un salario de $10 mil mensuales.
El mandatario Varela también le pagó en mayo de 2017 una operación contra la obesidad por 17 mil 420 dólares con fondos de la partida discrecional.
Antes Varela intentó colar el decreto 302 del 31 de agosto de 2016, que pretendía jubilar con sueldo de ministro a Rolando López y a otros militares designados en puestos que tradicionalmente ocupaban civiles. La repulsa ciudadana lo hizo retroceder.
Rolando López tuvo la intención de asumir el mando en la Policía Nacional, tras la jubilación de Omar Pinzón, pero algo sucedió en el camino, probablemente no recibió el visto bueno de los gringos. Su rol como director de ese estamento le aseguraba una jubilación jugosa con el último salario que es cercano a los $10 mil.
Hace poco, Varela le otorgó a “Picuiro” la máxima condecoración que otorga el Gobierno de Panamá: la Orden Manuel Amador Guerrero, en el Grado de Gran Cruz.
El oficial preferido de Varela se mantendrá al frente del Consejo de Seguridad hasta finales de mes, cuando culmine el actual Gobierno. Se desconoce si saldrá del país o se retirará a la finca Don Julio, en Veraguas. Lo que sí se sabe es que pronto cobrará los 6 y los 20 de cada mes como el resto de los jubilados de Panamá.
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