Rechazan uso de puerto de cruceros como astillero
El sector turismo y abogados expresaron ayer su rechazo por el uso del nuevo puerto de cruceros de Amador como taller de barcos o astillero, algo que califican de aberración más permitida por la Autoridad Marítima de Panamá (AMP).
Incluso cuestionaron al administrador de la AMP, Noriel Araúz, por defender el negocio y permitir la actividad de astilleros en un puerto diseñado para recibir cruceros e impulsar el turismo en Panamá.
Jorge Tovar, representante de la Asociación de Pequeños Hoteles de Panamá, dijo que no se puede ver con buenos ojos que se estén desarrollando actividades industriales en una zona de uso turístico como es la Calzada de Amador y su nueva terminal de cruceros, donde el Estado invirtió más de $200 millones.
“Eso es parte de las aberraciones que vemos en el uso de las áreas que ya tienen una definición para el desarrollo de una industria como el turismo. Seguimos desenfocados, y si esto tiene alguna ventaja producto de relaciones cercanas con algún funcionario público es peor aún”, dijo Tovar relación al vínculo de amistad que tiene el administrador de la AMP con el dueño de una de las empresas que actualmente realiza las reparaciones de barcos en el puerto de cruceros: Pablo Torres.
La Asociación de Pequeños Hoteles de Panamá hizo un llamado a las autoridades panameñas a diseñar una estrategia para ocupar el puerto, todavía en fase de construcción, con el rubro para el cual fue diseñado; es decir, para barcos cruceros.
Tovar destacó que dejar que estos astilleros se tomen estas instalaciones también puede causar deterioro, porque los equipos de trabajos que utilizan los astilleros son muy distintos a los que se usan en una operación turística. “Al final no sabemos quién correría con el gasto de reparar los daños que se causen en la terminal de cruceros”, preguntó el empresario.
El abogado Harry Mitchell señaló que una vez la AMP está permitiendo un negocio solo basado en el principio de oportunismo y con el uso de un bien del Estado, sin considerar que se está violando el contrato con el que fue licitado este puerto.
Mitchell dijo que este nuevo puerto se adjudicó específicamente para atender cruceros, y en ninguna parte dice que es para cualquier otro uso y menos para una actividad que requiere de permisos especiales.
Indicó que la posición que ha tomado la AMP y su administrador no se apega a la ley, y las repercusiones económicas serán de alto impacto negativo en el turismo local. Más en momentos que ya las líneas de cruceros han manifestado sus diferencias con la AMP por la decisión de obligar a cruceros que lleguen a Panamá a abastecerse de combustible con una sola empresa, MONJASA, también vinculada a Pablo Torres.
“Si se convierte este puerto en un astillero no se podrá mercadear con honestidad y eventualmente se van a ir los cruceros”, pronosticó Mitchell.
Este medio hizo un recorrido por las instalaciones del puerto de cruceros encontrando que toda la infraestructura ha sido tomada para la reparación de barcos, el Hellas Stream, Dalarma y el Giga Haw.
Los dueños de estos talleres de buques afirman lo contrario, y dicen que este puerto de cruceros es “ideal” para estos trabajos.
En el negocio permitido por la AMP vuelve a surgir el nombre de Pablo Torres y su empresa Stward Inc. como uno de los beneficiados..
Araúz reconoció que la AMP no recibe un solo centavo por los trabajos de reparación de buques que realizan estas empresas, solo exige que no excedan la capacidad de las estructuras del puerto basado en su diseño, y que las empresas que ofrecen el servicio de astillero cuenten con la licencia de operación.
Araúz dijo que se trata de una relación comercial entre las partes donde es la empresa a la que la AMP le dio la concesión de operar la terminal de cruceros, la que factura el uso del puerto como taller de reparaciones.
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