Sector agropecuario en caos
El productor avícola Carlos Salcedo, miembro de la Federación de Productores y Profesionales Agropecuarios de Panamá (Feppap), dijo que los avicultores requieren con urgencia la certificación de fincas y de plantas, así como el acceso a mercados internacionales.
Igualmente se requiere de una política de estado que incentive el consumo de productos nacionales, controlar las importaciones desmedidas y aplicar las normas fito y zoo sanitarias establecidas.
“Las autoridades deben cumplir su trabajo y no se debe permitir importar pollos y carnes congelados, para luego venderlos como producto fresco, porque se pone en juego la salud de los consumidores”, precisó.
Según Salcedo, el sector agropecuario es un caos. Todo el mundo manda al país el producto que quiere, no existe trazabilidad, no hay laboratorios que analicen los productos importados, Aduanas no reporta lo que entra, el Ministerio de Salud no cumple con las leyes y las inspecciones se hacen después que el país ha sido inundado de productos extranjeros.
“Todo este descontrol se ha hecho a propósito para propiciar las importaciones irregulares y que pueda entrar al país cualquier producto que los importadores juzguen convenientes para ganar dinero”, recalcó el importador.
Salcedo denunció que el IMA, que fue creado para mercadear productos locales, se ha convertido en el peor enemigo de los productores, realizando importaciones masivas de arroz y otros rubros, sin importar que sea época de cosecha.
Por su parte, el Banco de Desarrollo Agropecuario se quedó sin capital porque los fondos del Feci fueron desviados para el sector inmobiliario, el Idiiap no hace investigaciones. “Simplemente las entidades públicas perdieron su liderazgo y credibilidad ante los productores”, sostuvo.
Víctor Epifanio, miembro de la junta directiva de la Asociación Nacional de Porcicultores (Anapor), recalcó que los productores enfrentan una situación complicada, debido al volumen y a la cantidad de productos importados que entra al país.
“Las reglas no son iguales para todos, porque al productor nacional se le exige cumplir unas reglas sanitarias y de calidad, mientras que el producto importado entra a la libre, sin ninguna inspección, además se trae congelado, se descongela y se vende como fresco y es una competencia desleal”, sostuvo.
Recientemente el Gobierno permitió la entrada de más de 3,500 toneladas de cerdo, lo cual no va a beneficiar al consumidor, porque a pesar de que se compró congelado a $0.50 la libra se vende como si fuera fresco a $1.85 la libra.
Epifanio recalcó que con estas acciones la industria nacional no puede hacer una producción estable y se pone en peligro las inversiones y las fuentes de trabajo generadas en el interior del país.