Ulloa: entregarle el corazón al dinero es tragedia y pecado
El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa destacó ayer que tener dinero no es un mal, pero entregarle el corazón al dinero es una tragedia y un pecado".
En su homilía dominical, Ulloa expresó que la "Biblia no dice que el dinero sea la raíz de todos los males, sino que el amor al dinero es la raíz de todos los males".
Monseñor señaló que la Palabra nos enseña que no siempre lo que reluce es oro y que es necesario, a veces, renunciar a ciertos valores perecederos, a fin de adquirir los valores de la vida verdadera y eterna.
Ulloa recordó un antiguo proverbio: “todos nacemos con los puños cerrados, pero debemos morir con las manos abiertas”. Los puños cerrados y las manos abiertas simbolizan el espíritu de posesión y el espíritu de desprendimiento".
En otro aspecto, el prelado resaltó que ser sabio no es saber muchas cosas o tener grandes conocimientos. “Sabio” es aquel que, reconociendo su finitud y debilidad, se pone en las manos de Dios y escucha sus propuestas".
Sostuvo que la sabiduría no llega por el hecho de tener más o menos conocimiento, sino por el hecho de tomarnos la vida honestamente, con cordura, sabiendo que todo lo que sucede no es sino para adquirir una madura educación individual y social.
Para el arzobispo no puedes disfrutar de algo sino hay libertad para soltarlo y libertad para dejarlo, ya que sin esa libertad lo que poseemos nos posee, nos convierte en esclavos de nuestras posiciones. Dios nos dice que debemos amar a las personas y usar las cosas, pero a veces hacemos todo lo contrario, amamos a las cosas y usamos a las personas.
“Jesús nos dice: guarda tu corazón para amar a las personas, guarda tu corazón para amar a tu familia, a tus vecinos, guarda tu corazón para amar a Dios, jamás le demos nuestro corazón a las cosas, porque si lo hacemos, esas cosas eso nos causa ansiedad y nos quitarán hasta el sueño”, señaló Ulloa.
En su sermón, que también coincidió con el Día Mundial de la Salud Mental, el Arzobispo llamó a crear conciencia sobre los problemas de salud mental que se han agudizado con la pandemia del Covid-19.
El guía de los católicos instó a las familias a estar atentos a los comportamientos de los demás miembros, porque hay señales de enfermedades mentales que no debemos ignorar... “no esperemos que la situación se agrave porque sentimos vergüenza de estar afectados o de tener un familiar con problemas de salud mental.
José Domingo Ulloa dijo además que los responsables de la formulación política de salud pública deben tener en cuenta lo que está dejando la pandemia, especialmente en los niños, en los jóvenes, ancianos y sobre todo en las mujeres, donde en este tiempo de pandemia han tenido la sobrecarga, la responsabilidad doméstica, los problemas adicionales y se les añade el factor de ser constantemente víctima de la violencia doméstica, determinante en la salud mental.
Señalo que como pastores están profundamente preocupados con la desgarradora prevalencia de las enfermedades mentales en nuestra sociedad y por eso todos debemos tomar medidas para abordar esta forma trágica de sufrimiento y aflicción.
Ulloa sostuvo que una persona diagnosticada con una enfermedad mental como la depresión, la ansiedad o un trastorno bipolar, frecuentemente carece de apoyo, es aislado y a menudo sufre el injusto estigma social, y eso no debería suceder ni en nuestras comunidades civiles y menos aún en nuestras comunidades católicas.
Monseñor dijo que no hay que avergonzarse por recibir un diagnóstico psiquiátrico, y afirmó la necesidad de educar a nuestras comunidades para eliminar el injusto prejuicio y estigma.
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