RedacciónUna nueva muestra de los extremos al que está llegando el clima de intolerancia en Panamá tuvo lugar la noche del pasado jueves.Trabajadores de la empresa Transcaribe Trading (TCT) llegaron de repente con equipo pesado a las instalaciones de Corporación La Prensa en la avenida 12 de octubre, y bloquearon todas las salidas de esta empresa periodística, intentando evitar la distribución de sus diarios.
La acción de los trabajadores, motivada por publicaciones de La Prensa, fue extrema y censurable.
Sin duda que toda persona o empresa que se sienta afectada por una publicación, está en su derecho a reclamar réplica, pero sitiar medio de comunicación por eso, es pasar de castaño a oscuro.Los tiempos en que se cerraban medios como ocurrió con la dictadura surgida en 1968 y luego durante la crisis de 1987-1989, no deben tener cabida en la sociedad actual.Los obreros y los dueños de la empresa que se considera afectada, pueden realizar de manera civilizada cualquiera protesta contra cualquier medio, pero no pretender impedir la circulación de diarios.
Al mismo tiempo debió haber una acción más rápida de las autoridades de policía para ordenar la remoción de los camiones y de no acatarse proceder con las grúas.En fin, el país pide a gritos el cese del permanente clima de confrontación.
El pueblo también está cansado del oportunismo con que algunos políticos se están conduciendo, los cuales no desaprovechan la mínima oportunidad para aparecer en la foto.