El asesinato del abogado Juan Ramón Messina en un restaurante de San Miguelito, a plena luz del día, pone nuevamente en el foco la guerra de pandillas que existe desde hace meses en ese populoso distrito.
Redacción El asesinato del abogado Juan Ramón Messina en un restaurante de San Miguelito, a plena luz del día, pone nuevamente en el foco la guerra de pandillas que existe desde hace meses en ese populoso distrito.Es el segundo homicidio de dirigentes del Partido Revolucionario Democrático (PRD) que se produce en los últimos 15 meses en San Miguelito.
Las autoridades saben que se trata de pugnas de pandillas, algunas conectadas políticamente, pero no hay una reacción para prevenir ese tipo de actos y al final solo queda la represión.
Ya esa guerra de bandas suma más de una decena de muertos en uno de los distritos más populosos del país y los procesos no avanzan mayormente en las fiscalías y tribunales.Al crimen ahora se le suma el ingrediente político de la guerra entre candidatos que existe en las filas del PRD y sin duda que vendrán acusaciones de bando y bando.Las autoridades deben desarrollar una investigación exhaustiva y objetiva para esclarecer rápidamente este asesinato, que por sus complejidades y antecedentes de la víctima, debe contar con sabuesos especializados.
Frente a cualquier crimen debe haber certeza de castigo, porque esa es la única manera de frenar el sicariato que cada día cobra más vidas en Panamá.