Duelo poselectoral
H an pasado las elecciones generales, y los electores mayores de 18 años escogieron a sus autoridades, principalmente al presidente de la República, en un proceso democrático
Yadira Roquebert Yadira RoquebertH an pasado las elecciones generales, y los electores mayores de 18 años escogieron a sus autoridades, principalmente al presidente de la República, en un proceso democrático en el que se demostró que los panameños basan su democracia y desarrollo en la alternabilidad del poder.
Para las personas que han estado vinculadas directamente en este proceso, ya sea como candidatos a puestos de elección o como integrantes de las campañas de los aspirantes, ha culminado un proceso que les ha tomado un año, quizás más, y con ello ha cesado un tiempo de mucha actividad proselitista. Los que resultaron ganadores celebran el triunfo; a los que no lograron alcanzar los votos necesarios, los envuelve una tristeza y un pesar, similar a lo que ocurre cuando se pierde a un ser querido, es decir, entran en una etapa parecida al duelo.
A estas personas son a quienes les dirijo mi reflexión de este día. No siempre se puede ganar en situaciones como las que vivimos el pasado domingo. Se sabía de antemano que el triunfo estaba para cualquiera de los tres candidatos que registraban mayor aceptación en las encuestas que se aplicaron; eso nos dice que las tres campañas realizaron un gran trabajo. Ahora queda aceptar la derrota con dignidad y respetar la decisión del soberano pueblo.
El duelo por una pérdida es un proceso normal y necesario, que tiende a recuperar el equilibrio emocional, importante para adaptarse a su nueva realidad. En la clase política se enfrentan a sentimientos de tristeza, enojo, furia, odio, miedo, culpa y hasta resentimientos por no alcanzar el propósito electoral, que tiende a alterar la vulnerabilidad de la persona.
Para algunos perder una candidatura no es mayor problema, será en una próxima ocasión; para otros, sentimientos encontrados que lo llevan a pensar: ¿y ahora qué voy a hacer?
Hay pérdidas necesarias para crecer y fijarte nuevos objetivos, pues comprobaste que eres capaz de hacer, desarrollar y ejecutar, lo que te lleva a confirmar que cuando una puerta se cierra, de seguro hay otras que se abren y para bien.
Si en estos momentos vives un duelo, producto de un resultado electoral, enfréntalo con serenidad, honestidad, asume las consecuencias, hazte responsable de tus actos que surgieron por seguir un ideal y sigue adelante, no te detengas, deja atrás las rivalidades y únete a trabajar por mi Panamá, el país de las oportunidades, pues en este proceso electoral ganó nuestra nación, y la democracia ratificada por la decisión del soberano pueblo que eligió lo que considera la mejor opción para que el país continúe su desarrollo.