RedacciónEl viaje inaugural del Metro de Panamá sin duda constituyó un momento de orgullo para un país que pese a sus lógicas diferencias políticas, marcha hacia adelante y constituye un ejemplo de desarrollo sostenido.La asistencia al viaje inaugural de la exmandataria panameñista Mireya Moscoso y del ex vicepresidente perredista Tomás Gabriel Altamirano Duque, es un reconocimiento a una buena obra ejecutada por el Estado con parte del impuesto que se recauda y el financiamiento de organismos internacionales.
En temas de Estado los políticos deben dejar a un lado las diferencias particulares y empinarse.
El egoísmo no debería tener cabida.El Metro será una obra que debe mejorar la calidad de miles de panameños que utilizarán ese medio de transporte para trasladarse de forma rápida a sus destinos.En algo más de 20 minutos se cubre la ruta entre Los Andes y Albrook en vagones con capacidad de 200 pasajeros.
Ahora lo que se espera es una tarifa acorde con el presupuesto de los hogares panameños y que los usuarios hagan un uso responsable de esa moderna facilidad de transporte masivo que debe entrar en operación a inicios de febrero del 2014.