El mandatario Ricardo Martinelli arriba hoy a su último año de gestión. Conforme se acerca el fin de su gobierno, que ha sido aplaudido por el crecimiento económico, la oposición arrecia las críticas por la particular forma de dirigir el país.
RedacciónEl mandatario Ricardo Martinelli arriba hoy a su último año de gestión.Conforme se acerca el fin de su gobierno, que ha sido aplaudido por el crecimiento económico, la oposición arrecia las críticas por la particular forma de dirigir el país.
Durante su gestión, Martinelli ha recibido el respaldo de 54% de los panameños a mediados de junio, la actividad económica ha tenido un impacto positivo en el desempleo y la pobreza, cuyos índices entre 2009 y 2012 pasaron de 6.
6 al 4% y del 33.4 al 25.8%, respectivamente.
Panamá es una de las mejores economías del mundo, goza de grado de inversión, desarrolla ambiciosos proyectos carreteros, construye una nueva ciudad hospital, cambió el sistema de transporte público, avanza en la construcción del metro; otorga becas universales, computadoras portátiles y libros a los estudiantes, entrega $100 a adultos mayores sin jubilación y cobra más impuestos a sectores que eran vacas sagradas en materia tributaria.Sin embargo, en algún momento, Martinelli perdió ese “clic” y conexión natural que lo distinguió en la campaña electoral, y su administración ha fallado al momento de impulsar proyectos sin la debida consulta, lo que lo ha llevado a revocar sus acciones.
Martinelli tendrá que dedicarse, este último año, a cumplir lo que prometió, dejar a un lado la confrontación y que su trabajo hable por él.Su mejor opción es tratar de conectar nuevamente con los sectores populares, sacudirse un poco de lastre y bajar a las masas, porque los pueblos son sabios y allí podrá encontrar los mejores consejos.