Hasta donde yo conozco, “piedrero” también es el drogadicto que por no tener suficiente plata compra y consume el popular subproducto de la cocaína llamado
Julio César Caicedo Mendieta / Julio César Caicedo Mendieta Hasta donde yo conozco, “piedrero” también es el drogadicto que por no tener suficiente plata compra y consume el popular subproducto de la cocaína llamado piedra, muy parecido a trocitos de roca blancuzca.En las barriadas de San Antonio y Cerro Viento hubo un tiempo en donde estos jóvenes se posesionaban de las entradas de los minisúper para pedir dinero a cuanta ama de casa se atreviese a mercar.
Y no necesitaban mucha plata para comprar la piedra y así satisfacer sus ansias, esa droga era barata y sus efectos, siendo un residuo anabólico, fueron estrepitosamente adictivos.
Me cuentan que algunos muchachos desde la primera “Jalada” no retornaban jamás a la normalidad.Entre las peores consecuencias de esta triste adicción tenemos: La deserción escolar, la peregrinación continua en algunos muchachos que quedaron loquitos, unos buscando en los tinacos y otros caminando desnudos en las calles.De 1980 hasta el 2,000, la población de adictos en estas barriadas comenzó a recibir el rechazo total de sus familiares, que no los botaban de las casas, pero tampoco les facilitaban dinero.
En términos generales, los parientes preferían que sus enfermos mentales vendieran desde las herramientas de la casa, hasta el último utensilio de cocina para mantenerse a gusto.Sucedió que desde el 2008 desapareció del mercado clandestino la famosa piedra.
Y, como si fuese una orden de Wall Street, la venta de drogas de laboratorio suplantó a los fármacos.Así como los fármacos superaron al canyac (Aunque todavía hay mariguanos dando vueltas por ahí, parece que la pata del diablo no mata).