Liderazgo y adversidad
La detención preventiva que por obra y gracia de la persecución política pesa sobre el expresidente Ricardo Martinelli no ha disminuido un ápice su liderazgo político y el cariño que por él siente el pueblo panameño.
Desde donde esté, Martinelli es un factor fundamental por tomar en cuenta en las próximas elecciones, por lo que nadie duda de que con la persecución política de que es objeto se le quiere minimizar y anular política y moralmente.
Sabido es por todo el país que el actual presidente, Juan Carlos Varela, ha sido el portaestandarte de la feroz cruzada de persecución contra Martinelli con el fin no solo de anularlo como persona, sino echar a perder su legado como gobernante.
Dentro de esta lógica perversa de ensañamiento contra todo lo que huela a Martinelli es que podemos interpretar el abandono sistemático de las grandes obras de infraestructura pública que “El Loco”, como lo apodan con cariño los panameños, dejó andando y que este gobierno se ha encargado de paralizar.
Obras como la Ciudad Hospitalaria, la Cadena de Frío, la eliminación del programa de libros y computadoras para los estudiantes, entre otras, al suspenderse o eliminarse, más que perjudicar al propio “Loco”, lo que han hecho es dañar un beneficio para el pueblo panameño.
Pero ojo: a pesar de la aparente adversidad, el liderazgo de Martinelli es una realidad incontrovertible, no aceptarlo es pecar de tozudo.