Nepotismo y delito
Ante el hecho público de la inclusión de familiares por parte de los diputados en la polémica planilla 080, estamos antes un claro caso de nepotismo, el cual mínimamente es una falta a la ética parlamentaria y puede ser constitutivo de un delito contra la administración pública, si se comprueba que los emplanillados, familiares del diputado, cobran sin trabajar.
Otro hecho del cual se desprenden consecuencias jurídicas de índole penal, es la denuncia de personas cuyos nombres aparecen en la planilla 080, pero dicen que no han cobrado ni un real de la misma. En estos casos, hay que investigar cómo fue que llegaron a ser incluidos y quien cobró esos dineros en su nombre.
Lo cierto es que al hacerse pública la lista de más de 3 mil nombres de supuestos “promotores deportivos” y “comunales” que cobran a expensas de los señores diputados, lo que salta a la vista es que estamos ante un dramático caso de inmoralidad política, que ofende el buen sentido de la ética pública.
Este tipo de situaciones que dejan mal parado al Órgano Legislativo. Es lo que da pie a que la opinión publica nacional se incline por la tesis de la no reelección para los llamados ‘Padres y Madres de la Patria’, que han dejado muy mal al país, al abusar del erario para sus mezquinos fines.
Los diputados tienen que entender que ellos están para hacer leyes, no para sostener a una recua de inútiles y oportunistas, a costa del tesoro público.
Estamos ante dos figuras: nepotismo y delito, y se hace necesaria una investigación para que estos hechos no queden impunes y, una vez más, los políticos estafen a la sociedad.