¿Por qué es importante la paridad?
Por Gabriela Arosemena Montenegro Twitter: @Gabby_AroLa lucha por la paridad entre hombres y mujeres, específicamente en la esfera política, es sin duda una de las luchas más acérrimas suscitadas a lo largo de la historia, aun así, resulta lamentable cómo en ocasiones he oído opiniones que intentan enterrar y demeritar este concepto alegando que atenta contra la meritocracia y no parecen entender que el tema medular de la paridad obedece a la representatividad de grupos vulnerados, como lo ha sido el género femenino a lo largo de la historia y que solo reclama su justa medida en las listas electorales con el fin de acceder a puestos de toma de decisión y que exista garantía de los intereses de las mujeres al momento de elaborar y/o diseñar políticas públicas.
Numerosos tratados e instrumentos de derecho internacional apuntan en dirección a un mundo más igualitario, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer firmado en 1979, establece en su artículo 7 el derecho de las mujeres a participar en la formulación de políticas gubernamentales y a ocupar cargos públicos, entre otras disposiciones que buscan acabar con toda forma de discriminación hacia la mujer.
La política parece estar diseñada para hombres y todavía no existe un equilibrio entre la participación en las esferas políticas, específicamente, de hombres y mujeres en puestos de toma de decisión. Agrupaciones de mujeres como Grupo Iniciativa por la Paridad, Foro Nacional de Mujeres de Partidos Políticos buscan precisamente incentivar a las mujeres a incursionar en el ruedo político y con las elecciones de 2019 a la vuelta de la esquina, resulta fundamental motivar a esas mujeres que buscan dejar un aporte para su país a que tomen ese siguiente paso, que sean líderes y que se escuche su voz.
En ese sentido, se puede calificar de “desalentadora” la decisión por parte del pleno del Tribunal Electoral de modificar el Decreto 12 de 21 de marzo de 2018 sobre calendario y elecciones 2019, el cual también limita la paridad y compromete la participación política de las mujeres densificando la lucha incansable que se ha dado por alcanzar la igualdad, en este caso en la política, pero lejos de decaer, nos mantenemos firmes en esta cruzada cuyo objetivo final es alcanzar la justa distribución de poder ejecutorio entre hombres y mujeres.