Esperan su puente
Desesperados están los residentes de comunidades ubicadas en el área de Macaracas, provincia de Los Santos, que siguen esperando la colocación de un puente tipo Bailey, o por lo menos la reparación del vado sobre el río Estivaná, para poder transitar entre Chupá y El Cedro.
A pesar de que ambas comunidades están incomunicadas y solo se puede cruzar de una hacia otra a pie, arriesgando la vida sobre escombros del vado destruido, los moradores aseguran que no ven avances ni interés de las autoridades para resolver este problema.
Según dijeron, llevan más de un año esperando la respuesta a su problema y aunque han hecho todos los intentos por conseguir una solución, lo único que reciben es promesas.
Juan Moreno, residente en las comunidades afectadas, indicó que no han recibido la atención necesaria, ya que se trata de la vida de panameños humildes, ancianos y niños, que cada día se arriesgan para poder salir del área.
“Cómo es posible que la gente se tiene que arriesgar para cruzar por aquí. No le han prestado atención al problema y no es por desconocimiento del tema, sino más bien por falta de interés. Como somos humildes no nos toman en cuenta”, indicó el morador.
Son cerca de mil personas los residentes afectados, entre ellos productores agrícolas, a quienes, ante la falta de una vía de comunicación, solo les queda poner en peligro la vida y sus cosechas para sacarlas del lugar y comercializarlas.
Los residentes de El Cedro y Chupá de Macaracas indicaron que las fuertes crecientes de río Estivaná dañaron el vado hace dos años, por lo que se les anunció que se instalaría el puente Bailey, lo que no se ha materializado.
Darinel Saldaña, morador, señaló que necesitan saber para cuándo se tiene prevista esta instalación.