Aleska Génesis dice que Dios la liberó de su celda tras orarle
Ella contó que su abogado le advirtió que sería arrestada si abordaba el avión y llegaba a México, sin embargo, hizo caso omiso porque quería demostrar su inocencia.
La conocida modelo Aleska Génesis, expareja de Nicky Jam y que estuvo detenida el fin de semana en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), acusada de robar lujosos relojes, reapareció para revelar que gracias a Dios fue liberada.
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Ella contó que su abogado le advirtió que sería arrestada si abordaba el avión y llegaba a México, sin embargo, hizo caso omiso porque quería demostrar su inocencia.
La empresaria relató que obtuvo su libertad tras comprobarse que a la corte se presentaron "testigos falsos" y "fotos de internet".
Sobre los casi dos días que estuvo en la cárcel de Santa Martha Acatitla, Aleska señaló que su audiencia estaba programada para el lunes o el martes, pero "milagrosamente" la hicieron el sábado en la noche.
"Llegué (a la audiencia) habían tres testigos falsos, testigos comprados, que decían que me habían visto a mí robando unos relojes, porque la cosa era robo en pandilla. Lo peor es que yo nunca he estado aquí en México, o sea, yo nada más vine una vez ida por vuelta por un evento de mi hermana, entonces me están culpando como si yo hubiese vivido acá", explicó
"Testigos que decían que me habían llevado, que me habían traído, que me habían visto los relojes en los bolsillos, pero obviamente el juez vio que todo era falso, los relojes eran fotos de internet, no había nada. No entiendo como Fiscalía no se tomó el atrevimiento por lo menos de investigar si real o no era real", continuó.
Finalmente, la exnovia de Nicky Jam atribuyó todo lo ocurrido en su proceso legal para salir en libertad a una oración que realizó junto a otras ocho reclusas, incluso una con la que tuvo un impase porque la había despertado y quería obligarla a bañarse.
"Al principio me tenían rabia porque yo llegué de madrugada y una empezó a pelearme porque la había despertado, que no había espacio, estaba peleándome", dijo.
"Le agarré la mano a la que me peleaba, nos agarramos las manos celda tras celda, todas, éramos como ocho. Y mira lo poderoso que fue eso que después de la oración, agradeciendo los alimentos y le pedí a Dios que toque los corazones de cada una de ellas, que entrara en su vidas, una comenzó a llorar, como que le tocó, me senté en el piso y como a los cinco minutos me llamaron que era mi audiencia cuando me habían dicho que era imposible que era ese día", agregó.
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