Delincuentes menores de edad se han convertido en el terror de personas con celulares BlackBerry, hasta el punto de que no respetan sus vidas, reportándose una serie de crímenes en Panamá y el interior del país.
Grisel BethancourtMarta Cabrera Chami falleció de un tiro en la frente el 5 de enero de 2011 en San Miguelito.Sus asesinos no buscaba el dinero en su bolso, ni tarjetas de crédito, ni joyas.
Era su celular Blackberry lo que le interesaba.
El día de los hechos, la joven fue interceptada por tres hombres que le robaron violentamente su celular en el área de El Diamante, en San Miguelito.Su crimen causó consternación entre familiares y vecinos del lugar.El pasado 18 de junio de 2012, un año y cuatro meses después de la muerte de Marta Cabrera Chami, se hizo justicia con el principal sindicado en el proceso.
La Fiscalía Segunda Superior logró que fuese declarado culpable Ricardo Castillo, imputado en el proceso, por un jurado de conciencia.El Segundo Tribunal de Justicia, bajo la ponencia del magistrado Enrique Mon, debe dictar la sentencia condenatoria con los años de prisión proferidos para el asesino.
La joven dejó a una madre que pedía justicia Gilberta Chami, y que en los medios de comunicación se reflejó el dolor por tan gran pérdida.En este proceso criminal, la fiscalía pudo acreditar la participación de Castillo en el hecho de sangre.Menor involucradoLa mayoría de los casos en los que un grupo de personas ha perdido la vida por el robo de su BlackBerry tiene como victimarios menores de edad.Trascendió que meses antes de realizarse la audiencia contra Castillo, uno de sus cómplices en este homicidio, un menor que paga condena en este caso en perjuicio de Marta Cabrera Chami recluido en el Centro de Cumplimiento de Tocumen, se evadió del penal.Esta evasión se registró en marzo de 2011.En junio de 2011, otro crimen se perpetró.A Gabriel De Jesús Sánchez Sillero, de 22 años, lo mataron para robarle su BlackBerry en El Hueco de Pan de Azúcar, distrito de San Miguelito.El joven perdió la vida al recibir dos balazos en su estómago, al resistirse al robo.Los que cometieron el crimen fueron dos niños de 12 y 13 años, a quienes en la Fiscalía de Adolescencia no se les pudo procesar al ser aplicada la Ley 40 de responsabilidad penal de menores.Asesinato de estudianteEn noviembre de 2011, uno de los hechos criminales que llamó la atención general fue el homicidio del estudiante del Instituto Profesional Técnico Don Bosco Christopher Alberto Amaya.Un menor fue capturado por este crimen ocurrido en la barriada Las Américas, en el corregimiento de Tocumen.En este caso se rastrearon las llamadas que fueron realizadas por el victimario, quien vendió el móvil, lo que fue aprovechado por las autoridades para capturar al joven infractor.Otra de las víctimas fue el joven de 22 años, Carlos Iván Martínez, asesinado en Los Cántaros de Nuevo Tocumen, corregimiento 24 de Diciembre, ocurrido en febrero de este año.Nuevamente dos menores se vieron involucrados en el asalto, y no conformes con llevarse el BlackBerry le propinaron un tiro, causándole la muerte, al momento en que se dirigía a cortarse el cabello.Leyes e impunidadSeverino Mejía, especialista en estudios de defensa y seguridad pública, explicó que es importante que los menores involucrados sean separados de la sociedad para ser tratados y socializados.Sostiene que los familiares de las víctimas de estos casos se sienten afectados porque no hay justicia, y piensa que en Panamá se debe buscar una solución interna, respetando las normas internacionales de derechos del niño.