Asesino de Mirna ya había matado a una niña, y acosó a la hija de su sobrina
La comunidad de Kilómetro 32 en Barú, provincia de Chiriquí, le dará hoy el último adiós a Mirna Estela Gallardo Rodríguez, la billetera de 69 años que fue brutalmente violada y asesinada por Juan Carlos Jiménez, de 49, un exconvicto asesino de una adolescente de 13 años, y acusado por una sobrina de que acosaba sexualmente a su hija de 5 años.
Jiménez no solo abusó de Mirna y la estranguló. Envolvió su cuerpo en bolsas de basura, la metió en una fosa que cavó en su patio, entre varias llantas, lo cubrió con tierra, hojas de tallo, ramas de veraneras y más llantas. Su intención era quemarla para borrar la evidencia.
El asesino intentó suicidarse en el baño, pero la cuerda con que se quería ahorcar, se rompió.
Ahora está en una celda bajo detención provisional, imputado como autor material del delito de abuso sexual y femicidio.
Sergio Gallardo, hermano de Mirna, expresó ayer: "Nadie nos va a devolver a mi hermana, pero estamos solicitando al Ministerio Público se pida la condena máxima para el asesino, quien ya habia abusado y asesinado a una menor; para evitar que vuelva a salir libre para cometer este tipo de actos violentos".
Su sobrina Marlene Gallardo señaló que la familia atraviesa por una situación difícil ya que su tía era muy querida en la comunidad.
Durante la audiencia de imputación este sábado, la fiscal adjunta de homicidio y femicidio, Alicia del Carmen Salinas, explicó que la necropsia practicada por el forense Wilfredo Pitti reveló que Mirna fue asesinada por compresión cervical, y además había sido abusada sexualmente. Este crimen ocurrió el 30 de agosto.
Al día siguiente, la casa de Juan Carlos Jiménez había sido rodeada por los propios moradores, que habían notado la desaparición de la señora Mirna, y sospechaban de él, porque era la última persona que habían visto hablando con ella.
A Mirna se le vio por última vez pasadas las 7:30 de la mañana en una parada de buses a pocos metros de esta residencia; y para las 11:30 ya no respondía su teléfono celular.
Unidades del Servicio Nacional de Fronteras acudieron al lugar para preguntarle por el paradero de la señora Mirna. Juan Carlos dijo que no se encontraba, pero los fronterizos revisaron la casa y observaron en el patio varias prendas personales de la víctima, y notificaron al Ministerio Público.
Es aquí cuando se realiza la diligencia de excavación del sitio, y se toparon con un pie. Era el cuerpo de Mirna.
Jiménez le pidió a las unidades que antes de que lo condujeran, lo dejaran ir al baño. Pero ahí intentó suicidarse colgándose de una soga. Esta se rompió, y el estruendo alertó a los uniformados, que lo sacaron del lugar y lo llevaron a la sede del Senafront para ponerlo a órdenes del Ministerio Público.
Esa misma noche el Ministerio Público ordena la detención preventiva de Juan Carlos Jiménez, quien tuvo que ser custodiado por unidades de Senafront para que no lo linchara la comunidad.
Durante la audiencia de garantías presidida por la jueza Jackelin Montenegro, la fiscal le informó que sobre este mismo ciudadano existía una denuncia presentada por su sobrina, de que presuntamente acosó sexualmente a su hija de 5 años.
También se reveló que el sujeto pagó 15 años de prisión por abuso sexual y asesinato de una menor de edad, y que también se fugó en una ocasión cuando se realizaban la investigación durante la primera investigación que se le hizo.
Finalmente, Sergio Gallardo, hermano de la víctima pidió justicia y pido la pena máxima para Juan Carlos Jiménez quien no es la primera vez que comete este tipo de delito.