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Carencias en La Joyita pudo haber facilitado la fuga de Ventura
El director del penal desconocía que él estuviera recluido en ese penal.
Las falencias y el grado de corrupción que existe dentro de la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP), y algunos centros carcelarios del país, quedó evidenciado tras el testimonio rendido por algunos exfuncionarios y unidades policiales, durante el cuarto día del juicio oral por la evasión del dominicano Gilberto Ventura Ceballos.
La Fiscalía contra la Delincuencia Organizada aportó las declaraciones de dos piezas claves en esta fuga del centro penitenciario, siendo ellos, en ese entonces; el director y subdirector general. Al igual que tres uniformados que brindaban servicio en dicha cárcel para el 28 de diciembre de 2016 cuando se concretó la salida de Ventura del pabellón 7 de máxima seguridad.
Subdirector sin experienciaPlutarco Pedrechi fue nombrado como subdirector general de La Joyita en aquella época.
Sin ningún tipo de capacitación, sin mantener algún título universitario en la rama del Derecho y Ciencias Políticas (actualmente es estudiante en esa carrera) y solo con cinco años de laborar en la sede de la DGSP en avenida Balboa fue nombrado como jefe de la Judicial en La Joyita.
Desde julio de 2016 lo pretendían trasladar, pero habló con su subalterno para concluir todas sus asignaciones en la sede central, antes de irse a La Joyita.
Solo tenía cuatro meses y 28 días de laborar en La Joyita, aunque Ventura era uno de los reos considerados de alto perfil, Pedrechi desconocía que él estuviera recluido en ese penal.
Incluso no tenía conocimiento de que dentro de La Joyita hubiera un pabellón denominado de máxima seguridad donde estaban los privados de libertad considerados como peligrosos y donde estuvo Ventura antes de fugarse.
Su responsabilidad era ver todo lo relacionado con trámites judiciales, es decir permisos de los reclusos, contestaciones a los abogados, solicitudes de audiencias, libertades y demás.
En la Oficina Judicial que estaba bajo su mandato laboraban un archivólogo, un auxiliar de archivología, aunado a tres custodias, una se encargaba de las libertades, las audiencias y la que contestaba los oficios de los abogados y las autoridades, en total cinco funcionarios.
Según Pedrechi, quien está imputado en otra causa por un caso igual a este, el 28 de diciembre de 2016 coordinaba 19 audiencias que habían por lo que se trasladó al Palacio Judicial.
Regresó a La Joyita a las 2:00 p.m., se sentó en su oficina a leer lo que había para el día siguiente y a firmar los documentos.
A las 3:00 p.m. se le informó sobre una evasión, una subalterna lo puso en aviso.
"Jefe se evadió, se evadió jefe", le dijo la funcionaria a lo que él le preguntó "quién se evadió qué pasó".
A su juicio, "había muchas especulaciones de que se había escapado por aquí, por allá, decían que se había ido el mata chinos", pero no sabía quién era, ni que así denominaban a Ventura en el penal.
A las 5:00 p.m. llegó su jefe Mario Chan, director de la DGSP en el 2016 y le dijo que pusiera la denuncia de evasión, pero sin el informe de novedad.
Se retiró a interponer la denuncia en Pacora. No averiguó cómo se dio la fuga porque estaba muy ocupado con la parte judicial, sostuvo.
Cuando se dio la fuga fue que supo que dentro de La Joyita había un pabellón de máxima seguridad y ahí estaba Ventura.
Pedrechi dijo conocer a Yeliseth Machado, una de las investigadas en ese caso, como tramitadora en La Joyita.
El día de la fuga Machado había entrado a su oficina para que él le respondiera una nota sobre su cliente Frank Lucer Pardo, pero le pidió que corrigiera los nombres de los directores actuales.
Pedrechi negó que el día de la fuga Ventura entrara a la cocina en su oficina para cambiarse de ropa y salir disfrazado de abogado, "él no estaba ahí, yo estaba solo, nisiquiera lo conozco", sentenció.
Aseguró que en la cocina de los custodios vio a los privados de libertad Ameth Portocarrero, imputado en esta causa y a Bladimir. Eran los encargados de preparar los alimentos del personal de custodia.
Elías Armando Miranda, quien se desempeñó como director de la Joyita desde el 20 de octubre de 2016 y hasta un año y ocho meses después, reconoció que La Joyita andaba de malas en peores.
Antes de la fuga, solo tenía poco más de dos meses en el cargo.
Aunque era la cabeza del penal, al igual que Pedrechi no sabía que Ventura estaba preso en La Joyita.
Miranda fue claro al mencionar que dentro de La Joyita se daban situaciones que nadie podía controlar, entre esas era la falta de internet para facilitar a los empleados de la Oficina Judicial el verificar las idoneidades de los abogados y así evitar que fueran falsificadas o alteradas, en ocasiones el servicio se caía hasta tres veces a la semana.
Las cercas están rotas, llenas de huecos, facilitando las posibles 'fugas en bandadas', entra cualquier cantidad de artículos prohibidos, en el área de la administración no se podía hablar por celular por la falta de señal, pero en algunos pabellones sí, "no hay personal, uno manda notas y no responden, uno trabaja con las uñas, así no se puede, eso allá adentro es difícil", indicó el militar de carrera.
Miranda añadió que aunque era el director del penal, casi el total de la seguridad de La Joyita, el 90% recaía sobre las manos de la Policía Nacional (PN). Solo el pabellón 16 donde están los reos trabajadores y el 17 donde están las personas enfermas, era responsabilidad de los custodios.
A su juicio, tenía muchas responsabilidades que en ocasiones ni se enteraba cuando era solicitado un reo de alto perfil del pabellón 7 para alguna visita de abogado o familiar. Se hacían las gestiones por otro medio y no llegaban a su despacho.
El exdirector de La Joyita dijo que aquel día estaba en el pabellón #1 con la licenciada Holter y el supervisor Soto, jefe de los custodios, atendiendo un caso especial de un reo sobre un hábeas corpus.
Al regresar a su oficina, a eso de las 3:00 p.m., a los cinco minutos escuchó "se fugó el mata chinos". Salió a ver qué había pasado, topándose con el cabo Carlos Pérez quien le dijo que estaba en custodia del "mata chinos", identificándolo como Ventura Ceballos.
Pérez le manifestó que Ventura había entrado a la cocina a sacar una copia, por lo que entró a la cocina a ver si era cierto, solo estaba Portocarrero, le preguntó por Ventura y él le dijo que ahí no había nadie que estaba solo.
Miranda y Portocarrero agarraron un palo de escoba y se pusieron a buscar en el cielo raso para ver si Ventura había salido por ahí, pero la estructura estaba en orden y no vieron nada.
El exjefe del penal narró que la única unidad femenina que laboraba en el área del DIP, le notificó que Ventura salió de ahí esposado de manos y pies, pero que en la zona de visitas lo vio sin esposas.
Luego de la fuga, se adelantó una denuncia, pero él se quedó en La Joyita haciendo un recorrido junto al director del Sistema Penitenciario y Price de la Inspectoría General para determinar lo que había podido suceder en la salida de Ventura.
Policías declararonAlvaro Enrique Cedeño, subteniente de la PN, quien laboró en el pabellón 7 de La Joyita, como responsable de la seguridad externa, del supervisor de turno, el teniente Ricardo Flores y las anotaciones en el libro de registro, dio luces al Tribunal de Juicio Oral de lo que sucedió el día de la fuga.
El 28 de diciembre de 2016 entró a laborar a las 6:00 a.m. y Flores a las 11:00 a.m. cuando le informó que iba a agilizar el proceso de visita familiar, pero luego le llamaron por la radio para informarle que debía coordinar una visita de abogados del pabellón 7. Subió a la sala de guardia.
Retornó con el cabo Pérez y sacaron a Ventura de su celda, el teniente lo esposó y le dio la orden a su subalterno de que le pusiera los grilletes, pero esa decisión no fue acatada.
Con la excusa de que se requería agilizar el proceso de salida a la visita que era de 2:00 a 3:00 p.m.
Cedeño le dijo a Pérez que tuviera cuidado con Ventura porque en el tiempo que llevaba de laborar en La Joyita (6-7 meses), conocía a Ventura como un reo de peligrosidad.
Acompañó a Pérez hasta la puerta de atrás de la DIP, asegurando que Ventura no iba esposado de manos y pie como lo dijo el director Miranda.
La orden es que todos los privados de libertad que están en la máxima deben salir engrilletados.
Cedeño solo anotó el registro de la salida de la celda de Ventura, más no así el retorno. Fue sancionado con 31 días de arresto por permitir y facilitar la evasión de un reo, según el artículo 36 *4 de la Ley Orgánica.
"Me sancionaron con algo que no tenía nada que ver conmigo, porque el hombre se evadió de otro lado que no era de mi competencia", expresó.
A las 3:00 p.m. escuchó que alguien llamó a la cerca perimetral para decir que a Pérez se le había perdido Ventura.
El cabo 1ro. Adrián Javier Valdés, asignado al punto de control 2, al lado de la sala de guardia, dijo haber registrado el ingreso de Angie Smith, apuntándose como abogada para ir a los pabellones 9 y 7, con su cédula de identidad personal y la idoneidad que había sido alterada.
Al igual que Celestino Miranda Serrano, sargento primero quien estaba encargado del control 2 en La Joyita, y aquel día revisaba al personal que entraba al centro. Laboró por más de un año en dicha cárcel.
El cabo Pérez le preguntó si había visto a Ventura.
El Ministerio Público ha avanzado con 13 testigos en cuatro días de audiencia.