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Desechan 5 tanques llenos de chicha fermentada en Centro Femenino
Las privadas de libertad se organizan para la venta de chicha fermentada que obtienen de productos que entran como parte de la alimentación para ellas.
Autoridades penitenciarias en el Centro Femenino de Rehabilitación desecharon cinco tanques llenos de chicha fermentada.
Los tanques fueron encontrados este martes en el hogar 9 del centro penitenciario, luego de una intensa requisa.
De acuerdo a una nota de prensa del Ministerio de Gobierno, las privadas de libertad se organizan para la venta de chicha fermentada que obtienen de productos que entran como parte de la alimentación para ellas.
Según explicaron las autoridades, los controles de seguridad por parte de la Dirección General del Sistema Penitenciario se han reforzado en los últimos meses, dando con la confiscación de una cantidad considerable de artículos prohibidos en los puntos de entrada de las cárceles.
Y mientras en el Centro Femenino de Rehabilitación desechaban este martes chicha fermentada, un día antes hubo cosecha de arroz por parte de las privadas de libertad del centro penitenciario de Llano Marín en Penonomé, en la provincia de Coclé.
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La cosecha rompió todos los esquemas establecidos, era la culminación de la II Fase del proyecto de Riego Intensivo de Arroz del centro penitenciario. La parcela de mil metros cuadrados de arroz fue cediendo al paso de las tradicionales herramientas en las manos de las privadas de libertad que demostraron ímpetu y espíritu.
En la actividad también participó la ministra de Gobierno, Janaina Tewaney Mencomo, quien se encargó de cosechar y, al propio estilo de nuestro campesinado, colocó parte de la cosecha en las bateas que con gran destreza mantenían las privadas sobre sus cabezas.
La cosecha rompió todos los esquemas establecidos, era la culminación de la II Fase del proyecto de Riego Intensivo de Arroz del centro penitenciario. La parcela de mil metros cuadrados de arroz fue cediendo al paso de las tradicionales herramientas en las manos de las privadas de libertad que demostraron ímpetu y espíritu.
Este proyecto se inicia en la Casa Granja con dos parcelas de 20×20 y otras dos de 30×30, adicional a otro sembradío de forma tradicional, con la finalidad de aumentar la producción con menor cantidad de agua y con el uso de plaguicidas orgánico
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