¡La Policía está sola!
El país está alarmado por la ola de ejecuciones en lugares públicos de la ciudad capital. La violencia está en todas partes, hace falta mayor vigilancia policial, llueven críticas de los medios de comunicación social, todo esto es el tema de moda.
La oposición y otras fuerzas imponen su matriz de información para controlar la opinión pública para crear una percepción de inseguridad, pánico y caos.
GOLPE SUAVE. La oposición los poderes económicos al fracasar en su malogrado intento de la recolección de firmas para una Constituyente, ahora ajustan su plan para desarrollar varias crisis en paralelo como blanco inicial la Asamblea, pero como objetivo final el Ejecutivo.
Hay varias crisis en desarrollo:
Crisis Sanitaria. De la pandemia que nuestra nación todos juntos estamos saliendo y según los reportes internacionales, Panamá será el país con mejores perspectivas de recuperación económica.
Crisis de los Bancos. Provocada para recalentar más a nuestro pueblo, creando un escenario de caos y protestas al poner en 00 sus cuentas. Con la insana intención de que el pueblo reaccione, salgan a las calles a protestar. Esas masas indignadas luego serán manipuladas o canalizadas a los verdaderos intereses del Poder Económico.
Las encausarán inicialmente hacia la Asamblea, pero el objetivo es presionar al Ejecutivo para que negocie entre otros temas de sus intereses. Detener la Ley de Extinción de Dominio, el diálogo de la CSS, y la gobernabilidad.
Se aplica la vieja ecuación del poder de la oligarquía. El poder económico controla al poder político.
Crisis de Migración de Colombia. Magnificada por la prensa imponiendo su matriz de información.
Colombia viola el acuerdo y permite que una gran masa de migrantes entre a nuestro territorio, pero como parte de un plan en desarrollo, nuestra prensa comienza el trabajo de imponer su matriz de opinión con la insana intención de causar un efecto de un problema que no es solo de Panamá.
Crisis política en la Asamblea. La Narco política. Es una acumulación de todos los gobiernos pasados, pero al gobierno de turno hoy si le pasan la factura.
Sí hay una grave crisis de penetración del narcotráfico en este órgano del Estado.
Crisis de Inseguridad. Que según las últimas encuestas no marcaba en las preocupaciones del panameño de la calle. Hoy estamos cosechando las desafortunadas malas políticas de otros gobiernos, entre algunas están: La fusión de la DIJ a la Policía Nacional, dejando al Ministerio Público sin la capacidad de investigar; el recién pasado gobierno con su nefasto plan de Barrios Seguros. Cárceles mal construidas, ausencia de control de las cárceles, fallos y amplias ventajas del Sistema Penal Acusatorio a los criminales, que los intereses obscuros se resisten a modificar. Hay una gran “camisa de fuerza” para el esfuerzo del trabajo policial.
Un órgano judicial anquilosado con magistrados que vienen desde la era militar con más de 50 años de trabajar en los tribunales penales superiores de justicia, con muchos jueces en interinidad,
Sin certeza de castigo, porque se destruyeron la cárcel Modelo y se cerró la isla penal de Coiba, el delincuente no tiene temor a la fuerza del Estado. El sistema de justicia colapsó y no es culpa de la Policía Nacional.
Hay una acumulación de fallas y de malas decisiones políticas y con el resabio antimilitarista de hace más de 30 años se mantienen, causan un dañino efecto en el tema de la seguridad que hoy le estalla en la cara al gobierno.
La Policía no es responsable de cómo hoy nuestra sociedad consumista, quiere seguir viviendo en condiciones iguales, a pesar de la pandemia; la Policía no es responsable del mal funcionamiento de las leyes; la Policía no es el responsable de la falta de certeza del castigo; la Policía no es la responsable del modelo económico impuesto post invasión donde se aumentó la brecha entre ricos y pobres.
La Policía Nacional NO es la responsable de la narco-política de la penetración del narcotráfico en los poderes económicos, políticos, en la justicia y en la sociedad consumista.
Hoy esta sociedad civil exige a la Policía Nacional mayor protección y mayor seguridad, pero mantiene las manos atadas al trabajo policial. Si una unidad en servicio aplica la fuerza letal a una criminal, queda preso y es acusado de violar los derechos humanos, o si somete por la fuerza a un maleante, también lo sancionan. Se mantienen los resabios políticos de la época antimilitar .
Si estamos en una crisis de inseguridad, para poder salir hay que aplicar la fuerza del Estado, someter y después resocializar. Pero los teóricos dicen lo contrario.
Unidad nacional para respaldar las acciones que sean necesarias a la Fuerza Pública, para dar la batalla juntos, como nación a las poderosas fuerzas del crimen organizado transnacional.
A la Policía Nacional hoy esta sociedad civil le exige resultados después de años de mantenerlos sometidos a los intereses mezquinos de intereses políticos y poderes económicos para hacer negocios de ventas de armas, equipos y uniformes.
¡La Policía Nacional está sola! No tiene el respaldo del poder y voluntad política para detener, sofocar, meter en cintura e imponer la fuerza del Estado a las organizaciones criminales, a pesar de eso su trabajo está dando resultados visibles.