Participación de mujeres en grupos criminales ha aumentado
Según el especialista, al parecer el fenómeno delincuencial ha dado un giro de timón, al punto que el rol o participación femenina ha cambiado de pasivo a activo.
Panamá- La participación de mujeres en grupos criminales ha aumentado en los últimos cinco años, al punto que ya se han dado casos en los que ellas conforman organizaciones con cierta estructura que se dedican, entre otros casos a cometer delitos como la estafa y fraude, entre otros, según dio a conocer sociólogo y criminólogo Ariel Bethancourt.
Según el especialista, al parecer el fenómeno delincuencial ha dado un giro de timón, al punto que el rol o participación femenina ha cambiado de pasivo a activo, prueba de ello es que han pasado de ser quienes guardan la droga o el arma de las organizaciones pandilleriles, a ser ellas mismas las que están involucradas en el tema organizativo y cometiendo delitos de diferentes tipos. Es decir, que han pasado de ser la simple canchera a cometer, incluso delitos cibernéticos.
Bethancourt indicó que aunque a la fecha no se conoce a una mujer que lidere una pandilla conocida en Panamá, sí se sabe que están dando apoyo a los líderes de forma directa, en la misma línea de mando, y para ello se están aprovechando de la facilidad que les brinda el hecho de que por ser femeninas pueden pasar más desapercibidas, ya que no aparentar ser personas que vayan a cometer a un hecho ilícito.
Aseguró que un fenómeno que se está detectando, es que algunas de las mujeres involucradas en el mundo de la delincuencia, incluso hasta tienen un tipo de escolaridad mayor que los hombres, lo que significa que están académicamente más preparadas, son más técnicas y más hábiles.
Por otra parte, cuando la mujer es menor de edad, analiza el también sociólogo, es más fácil involucrarlas en este mundo, pues las endulzan ofreciéndoles el celular último de moda u otra cosa, pero como todo tiene un precio, esto no les sale gratis y las convencen pidiéndoles hacer cosas que perecen simples o pequeñas como llevar un paquete o algo a un lugar, que a la vista de la joven no parece que está cometiendo algún delito.
LEE TAMBIÉN: TODAS NUESTRAS NOTICIAS AQUÍEn el caso de las mujeres adultas, la situación se complica cuando estas llegan a las cárceles y dejan atrás hijos, asegura el especialista, ya que estos pasan a formar parte de una familia aún más disfuncional de lo que quizás ya era, donde a veces quien queda a cargo de su crianza es un tío, un abuelo u otro familiar, que a veces, por temas laborales, los dejan la mayor parte del día solos y al no tener una figura que se encargue de formarlos y enseñarles, entra la figura de los que están en la calle para ofrecerles una mamo, que no es amiga.
Sobre los factores que inciden el este aumento de la participación de mujeres en la delincuencia, según Bethancourt, estos son muy variados (exógenos endógenos), a la vez que asegura que ellas, al igual que los hombres, se ven empujadas hacia este mundo por el consumismo, la falta de oportunidades de recreación, de poder realizar actividades culturales, de apoyo gubernamental a las comunidades necesitadas y el desempleo, entre otras cosas.
El Estado "no solo debe ser la mano represiva", indica el criminólogo, también tiene que crear políticas para llevarle a ese sector de la población algún tipo de oportunidad o salida, "porque de nada sirve que se reprima o encierre a los delincuentes", si muchos han ingresado por cometer un delito menor y al salir lo hacen sabiendo ejecutar fechorías de mayor gravedad, debido a que como no están clasificados, es por ellos que las cárceles se han convertido en las universidades del crimen.
Desde el punto de vista de Bethancourt "hay que hacer más énfasis en la prevención", a través del Ministerio de la Mujer y otras dependencias del Estado, para que estos creen oportunidades para las mujeres, ataquen el desempleo y le brinden más apoyo, porque si no el fenómeno seguirá en aumento.
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