Piden investigar supuestas fosas comunes de secta en comarca
La supuesta existencia de una fosa común en el sector de Guayabal, en la comarca Ngäbe Buglé, donde fueron detenidos cuatro miembros de una secta acusada de maltratar, de violar menores, fue denunciada por residentes del área.
Con la detención de algunos miembros de la secta que causó vejámenes entre ellos golpizas y otros presuntos castigos a niños hasta de meses de nacidos y adolescentes en la apartada comunidad, los habitantes del área se han atrevido a informar a las autoridades de la posible existencia de presuntas fosas clandestinas o comunes donde se sepultaba a personas que pudieran ser víctimas de los cabecillas de la secta que están prófugos de la justicia.
Una autoridad tradicional del área que pidió la reserva de su identidad solicita que se inicien las investigaciones y se pueda ubicar a los sospechosos que han estado realizando prácticas diabólicas temerarias, que han provocado el terror y daños a familias.
Aparte de las supuestas fosas comunes también se ha informado de manera extraoficial que el supuesto cabecilla fue visualizado por habitantes de Guayabalito viajando hacia la población de Loma Yuca, comunidad que está cerca a Valle Bonito y donde existe una cantidad considerable de asiduos a la secta.
Juan Tadeo Ruíz, residente en Guayabalito en la comarca Ngäbe Buglé y quien se identificó como el suplente del cacique local de esa área, dijo que a los cabecillas de la secta se les señala de la desaparición de Benancio García, quien de la noche a la mañana no se sabe de él y se desconoce dónde lo enterraron.
El suplente del cacique local comentó que dos de los cabecillas que ahora están detenidos y uno de los que no ha sido aprehendido, deben ser investigados por la desaparición de Benancio García y de los tres niños que aún se desconoce el paradero y que cuyo familiares lo dieron a los cabecillas como si fuesen animales por lo que ellos también deben ser llamados a declarar.
En Llano Amador o Guayabalito, los señores agentes del SENAN, Ministerio Público y Policía Nacional se retiraron y vuelven a vivir la zozobra y el pánico porque han quedado en las comunidades los seguidores de la secta que ya están inventando en hacer ritos.