sucesos
Revelan estudio siquiátrico de la chica que descuartizó a su mamá
El dinero habría sido el desencadenante del crimen mientras que la mente de Lyan es la de una mujer fría y calculadora, que estaba consciente de lo que hacía.
El estudio psiquiátrico y psicológico realizado a Lyan Joseph De León concluye que es imputable para enfrentar los cargos de homicidio de su madre, la profesora Maricel Deón Lanker, según indicó el portal Panamá Press.
El cuerpo descuartizado de la profesora fue encontrado en el apartamento 4C, de la Torre H, del PH Residencial Parque del Este, ubicado en Juan Díaz. Aunque la muerte ocurrió días antes.
Su hija, Lyan Joseph De León, de 31 años, se encontraba en el apartamento cuando unidades de la Policía Nacional ingresaron y encontraron dentro de varias cajas, el cuerpo de la mujer de 76 años.
La proferosa murió por una herida que recibió en un pulmón, aunque también eran visibles innumerables golpes y cuchilladas en el tórax.
Una mente fríaEl cuerpo descuartizado de la profesora fue encontrado en el apartamento 4C, de la Torre H, del PH Residencial Parque del Este, ubicado en Juan Díaz. Aunque la muerte ocurrió días antes.
Su hija, Lyan Joseph De León, de 31 años, se encontraba en el apartamento cuando unidades de la Policía Nacional ingresaron y encontraron dentro de varias cajas, el cuerpo de la mujer de 76 años.
La proferosa murió por una herida que recibió en un pulmón, aunque también eran visibles innumerables golpes y cuchilladas en el tórax.
El estudio realizado por un grupo de psiquiatras forenses revela que la joven estaba en el uso racional de su mente, muestra que hubo premeditación para realizar el crimen, además de ira y poca empatía hacia la figura de la madre.
En el estudio se incluyeron entrevistas a los familiares de la víctima y la victimaria, informes de trabajo social y preguntas que hacen los siquiatras y sicólogos forenses para establecer los límites del bien y el mal, que provocó la acción cometida y la suma de todos los episodios registrados en la relación entre madre e hija, indica Panamá Press.
Fuentes forenses revelaron que Lyan no siente remordimiento. “No hay lágrimas ni vergüenza por el crimen de la madre. Fue inexpresiva como si lo hecho no significara nada”. También quiso desviar la responsabilidad al decir que otras personas le habían mandado a realizar el crimen".
Fuentes forenses revelaron que Lyan no siente remordimiento. “No hay lágrimas ni vergüenza por el crimen de la madre. Fue inexpresiva como si lo hecho no significara nada”. También quiso desviar la responsabilidad al decir que otras personas le habían mandado a realizar el crimen".
La "autopsia psicológica" de Lyan revela que hubo intento de desaparecer el cuerpo de la madre, lo que denota la frialdad de la mente de la autora de este crimen.
“Partir un cuerpo no es fácil, es muy trabajoso” explicó al portal digital un experto forense, quien agregó que "en este caso hay un acto de mutilación post mortem seguido de un proceso de lavar en el baño las partes y después colocarlos en varias cajas".
De acuerdo a las investigaciones, Lyan habría atacado a su madre en la sala del apartamento y la profesora intentó escapar sin éxito, ya que la hija la logra alcanzar en un espacio que está antes de ingresar a la habitación. Se presume que la víctima buscaba esconderse o encerrarse para evitar la furia de la hija.
Tras el crimen, la joven lava la escena, esta acción "es un acto de borrar evidencias para no ser atrapado y seguir libre sin pagar por el crimen", un elemento fundamental que se suma a este caso, que ha quedado registrado como el cuarto matricidio ocurrido en la historia criminal en Panamá.
De acuerdo con la investigación de este caso, la presunta asesina consultó sitios web y programas como "How to get away this murder" (Cómo cometer un asesinato y salirte con la tuya) y contestó en las redes sociales de su madre, para que no se sospechara que algo había ocurrido.
“Partir un cuerpo no es fácil, es muy trabajoso” explicó al portal digital un experto forense, quien agregó que "en este caso hay un acto de mutilación post mortem seguido de un proceso de lavar en el baño las partes y después colocarlos en varias cajas".
De acuerdo a las investigaciones, Lyan habría atacado a su madre en la sala del apartamento y la profesora intentó escapar sin éxito, ya que la hija la logra alcanzar en un espacio que está antes de ingresar a la habitación. Se presume que la víctima buscaba esconderse o encerrarse para evitar la furia de la hija.
Tras el crimen, la joven lava la escena, esta acción "es un acto de borrar evidencias para no ser atrapado y seguir libre sin pagar por el crimen", un elemento fundamental que se suma a este caso, que ha quedado registrado como el cuarto matricidio ocurrido en la historia criminal en Panamá.
De acuerdo con la investigación de este caso, la presunta asesina consultó sitios web y programas como "How to get away this murder" (Cómo cometer un asesinato y salirte con la tuya) y contestó en las redes sociales de su madre, para que no se sospechara que algo había ocurrido.
Las investigaciones arrojan que el tiempo para deshacerse del cadáver de su madre no le alcanzó a Lyan, ya que el crimen se comete un sábado y los malos olores provocados por el proceso de descomposición del cuerpo llamaron la atención de los vecinos, que dieron aviso a la Policía Nacional, que encuentra el cuerpo el día martes.
Unido al problema mental de la presunta asesina, la relación con su madre no era buena, así dieron testimonios los hemanos y otros familiares.
"La joven era violenta, y no manejaba la ira de manera adecuada lo que provocaba que las órdenes maternas siempre terminaban en peleas, incluyendo groserías y amenazas y amagos físicos. Unos días antes, Lyan tuvo un episodio en el que agrede a la madre, quien ya había expresado a su hijo que sentía temor por la conducta de la chica.
Lyan no tenía donde vivir, por lo que en el mes de marzo, se instaló en el apartamento de su madre. Sin embargo, la convivencia terminó en un choque entre madre e hija.
Se revela que incluso la madre estuvo investigando cómo internar a su hija en un hospital psiquiátrico, pero al ser mayor de edad, Lyan tenía que estar de acuerdo.
Unido al problema mental de la presunta asesina, la relación con su madre no era buena, así dieron testimonios los hemanos y otros familiares.
"La joven era violenta, y no manejaba la ira de manera adecuada lo que provocaba que las órdenes maternas siempre terminaban en peleas, incluyendo groserías y amenazas y amagos físicos. Unos días antes, Lyan tuvo un episodio en el que agrede a la madre, quien ya había expresado a su hijo que sentía temor por la conducta de la chica.
Lyan no tenía donde vivir, por lo que en el mes de marzo, se instaló en el apartamento de su madre. Sin embargo, la convivencia terminó en un choque entre madre e hija.
Se revela que incluso la madre estuvo investigando cómo internar a su hija en un hospital psiquiátrico, pero al ser mayor de edad, Lyan tenía que estar de acuerdo.
Según Panamá Press, el móvil de la discusión que provocó el crimen fue el dinero, debido a que Lyan no trabajaba, era adicta a las drogas y por lo tanto dependía totalmente de su madre.
"Una alcancía que estaba rota, cuyos restos se encontraron en la escena del crimen y la falta de dinero en efectivo en la cartera de la víctima, forman parte de la investigación para establecer el móvil de este homicidio", indica.
"Una alcancía que estaba rota, cuyos restos se encontraron en la escena del crimen y la falta de dinero en efectivo en la cartera de la víctima, forman parte de la investigación para establecer el móvil de este homicidio", indica.
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