Un culto religioso no fue obstáculo para que dos sicarios dispararan desde una motocicleta a una multitud de jóvenes, de los cuales cinco resultaron heridos de balas.
Carlos A.Rodríguez / Crítica Un culto religioso no fue obstáculo para que dos sicarios dispararan desde una motocicleta a una multitud de jóvenes, de los cuales cinco resultaron heridos de balas.
El sangriento hecho se registró a las 8:30 p.
m.del lunes, en la vereda 5 del Sector del Guandú, en Santa Marta, corregimiento Belisario Frías, en el distrito San Miguelito.Mientras los atacantes aceleraban la poderosa motocicleta para darse a la fuga, los gritos de dolor de un niño de 7 años reinó en el lugar, luego de que recibiera un tiro en la mano izquierda.
Luego, otro menor de 10 años, que tiene un tiro en el brazo izquierdo, y un adolescente de 14 años, uno en el abdomen, también se sumaron a los gritos.Los adultos Miguel Tejada, de 25 años; y Luis Urieta, de 26 años, recibieron un balazo en el abdomen.
Todos los heridos fueron trasladados a la Policlínica Generoso Guardia, de Santa Librada.Tras el incidente, los efectivos policiales realizaron, ayer martes, un fuerte operativo dando con la ubicación de la motocicleta descrita como la utilizada para el atentado.La misma se encontraba estacionada frente al portal de una residencia ubicada en el Sector 7 de Santa Marta.En dicho lugar dieron con la detención de dos sujetos, uno de ellos señalado en el ataque con el nombre de Héctor Abdiel Peña, de 21 años, alias “Papito”.Fue puesto a órdenes de la Fiscalía Auxiliar de la República.Fuentes policiales informaron que entre las personas que se encontraban en el culto, al parecer, uno de ellos era el blanco del ataque fallido.La disputa entre dos pandillas del sector tiene a los moradores en zozobra.La autoridad El director de la Policía Nacional, Julio Moltó, sobre ese hecho dijo que no se puede poner un policía a cada persona, por eso trabajan con los temas de y de prevención.Vecinos Vigilantes“No podemos adivinar cuándo se registran estas situaciones, sin embargo, la sección de inteligencia de la Policía Nacional, en este caso la DIP, le da seguimiento a estos pandilleros para prevenir estas situaciones lamentables”.