Suplicaron por sus vidas e intentaron escapar de la "Masacre del Búnker"

Los jóvenes asesinados suplicaron por sus vidas mientras que los cuerpos de las hermanas que fueron encontradas fuera del búnker de Espinar, mantenía heridas de bala en las espaldas, lo que no descarta que intentaron escapar de sus homicidas.
La información fue revelada en un reportaje de la periodista colonense Delfia Cortez y Johar Ferrer, titulado "Masacre en el Búnker de Espinar", en el que se muestran los últimos pasos de los 7 jóvenes, de entre 16 y 23 años, que fueron torturados y posteriormente ejecutados, de un disparo en la cabeza en Espinar, en el corregimiento de Cristóbal en la provincia de Colón.

 

 

Los reporteros mostraron el área donde fueron encontrados los cuerpos de las hermanas Azucena y Yulissa Montenegro Daley, a unos 100 metros de distancia del búnker donde se hallaron los cadáveres de Leydis y Yeleny Mariota Villarreta, Bladimir Garay, Edgar Jiménez y Santiago Carvajal.
En el trabajo periodístico se descarta que las hermanas hayan sido atacadas sexualmente, pero se presume que ambas intentaron escapar ya que mantenían herida de bala en la espalda y en la cabeza.
Se confirma además que los cuerpos de los cinco jóvenes fueron encontrados, uno al lado del otro. Las cinco víctimas mantenían un disparo en la cabeza. Sin embargo, una de las hermanas.

Dentro del búnker, que sirvió en otrora al Gobierno de los Estados Unidos para sus operaciones en Panamá, se encuentra en una esquina, quedaron los restos de lo que parecía haber sido una fogata, que pudo haber servido a los homicidas, si se logra comprobar que los crímenes ocurrieron en la tarde del viernes.

En el lugar abandonado y con claras muestras de moho en su interior, los asesinos dejaron los cuerpos, que revelan que las víctimas fueron torturados antes de ser ejecutadas. 
Las primeras investigaciones arrojan  que los crímenes habrían ocurrido en horas de tarde del viernes, 17 de julio.

 

Posteriormente, en un retén de la Policia Nacional, ubicado en Margarita en la conocida "Y" de Espinar, donde llegaron los dos últimos jóvenes que salieron del área de los asesinatos. 

En el camino boscoso que conduce hacia el lago Gatún, que recorrieron las víctimas, no hay cámaras de videovigilancia que muestran lo ocurrido, por lo que los investigadores están basando sus hipótesis en el testimonio de los sobrevivientes.
Sin embargo, los jóvenes que lograron escapar, solo serían testigos del robo que indican fueron víctimas el viernes, más no así de los crímenes cometidos.
Según las declaraciones de algunos de los jóvenes sobrevivientes, cuando el grupo se dirigía hacia el Lago, fueron sorprendidos por dos hombres, que los amenazaron, uno con arma de fuego y el otro con un machete. 
Los jóvenes indicaron que, en un principio, los dos delincuentes amenazaron a nueve de los 13 miembros del grupo, de esos dos suplicaban por sus vidas y uno estaba casi desmayándose.
Los asesinos dejaron que los dos escaparan y se llevaron a los siete restantes por un camino boscoso hacia la muerte.

 

A la fecha, Miguel Ángel Almanza, de 18 años, se encuentra detenido provisionalmente por seis meses y se le han imputado cuatro cargos entre homicidio/femicidio. robo y privación de libertad por la muerte de los 7 jóvenes.

Un retrato es lo que lo mantiene en prisión, ya que sus familiares insisten en que es inocente y se encontraba en el sector de Tagua, en la Costa Abajo de Colón, una zona distante del lugar de los hechos.
La vinculación del sujeto es por una descripción que le atribuye al sospechoso un defecto de labio leporino.
Los familiares y el abogado de la defensa, José Moncada, aseguran que el joven está siendo  tomado como chivo expiatorio.
Por el momento, las autoridades tratan de encontrar al presunto cómplice del joven de 18 años.

Hasta la fecha, se han contabilizado más de 25O asesinatos a nivel nacional en este 2020. Cólon es la tercera provincia más violenta del país superada por Panamá y Panamá Oeste.