Temor en Alto Refugio. Dos indígenas están en una especie de trance
Según dio a conocer Lucy Córdoba, los afectados son un joven de unos 24 años y una mujer de unos 35, ambos miembros de una misma familia y de la etnia ngäbe.
Panamá- Residentes de una pequeña comunidad ubicada en Alto Refugio, en la provincia de Bocas del Toro, están desesperados, pues desde hace cuatro días no duermen, porque dos de sus moradores se encuentran en una especie de trance o euforia que los mantiene alterados, corren y gritan, por lo que tuvieron que amarrarlos para protegerlos.
Según dio a conocer Lucy Córdoba, defensora de derechos de los niños y niñas, y activista contra la violencia vicaria, los afectados son un joven de unos 24 años y una mujer de unos 35, ambos indígenas de la etnia ngäbe y miembros de una misma familia.
Aseguró que los miembros de la comunidad indígena acudieron a ella para que los ayude a conseguir apoyo para que las autoridades los trasladen a un centro médico donde los atiendan y estabilicen, ya que hace tres días llamaron a la Policía Nacional de Chiriquí Grande y al 911, pero no recibieron respuesta.
"No fue hasta hoy" que Córdoba denunció en caso en redes sociales, que representantes de Servicio Nacional Aeronaval (Senan), la contactaron, pero cayó la noche y no mandaron el helicóptero, aseguró.
Indicó que los originarios afectados le informaron que les preocupa que la situación se siga dilatando, porque tanto el joven como la mujer no han comido nada ni bebido agua desde el martes cuando inició el suceso, por lo que ya se encuentran deshidratados.
Además, ambos manifiestan una fuerza "extraordinaria" o "anormal", que les impide controlarlos, por lo que no les quedó más que amarrarlos, por temor a que se "maten", "se lancen por un barranco" o le hagan daño a alguien más.
Córdoba detalló que el 'Sukia' de la comunidad (autoridad tradicional o curandero), basándose en sus creencias, presume que ambos adultos pudieran haber sido víctimas de algún maleficio.
Explicó que los familiares de las víctimas están asustados, pues desde el martes no duermen vigilándolos, pues la euforia se manifiesta principalmente entre las 12:00 medianoche y se extienden hasta las 3:00 o 4:00 de la madrugada.
Las víctimas de este extraño suceso "no están heridos ni pertenecen a ninguna secta", aclaró Córdoba, "simplemente están amarrados hasta que sean atendidos por un profesional" que pueda evaluarlos y determinar qué es lo que les pasa.
Luego de la divulgación del suceso efectuada este viernes, la Fiscalía Regional de Bocas del Toro dio a conocer que inició la investigación del caso en esta comunidad indígena, ubicada a ocho horas de distancia del acceso más cercano por mar, por lo que solo se puede llegar en helicóptero.
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