Vacilón terminó en homicidio
La situación impactó tanto a clientes como a comerciantes y agentes de seguridad municipal que se encontraban en el recinto comercial.
El carretillero Abdiel Chasito Sabugara, de 22 años, fue asesinado de una puñalada en el tórax, luego de vacilar lanzándole al suelo el sombrero a su agresor, un comerciante interiorano dedicado a la venta de maíz nuevo en el Mercado de Abastos, en la ciudad capital.
El sangriento suceso ocurrió en horas del mediodía de este martes en las citadas instalaciones comerciales, ubicadas en el corregimiento de Ancón.
De acuerdo con testigos, primero la víctima, de un manotazo le tumbó el sombrero, como un vacilón, a un comerciante de origen herrerano, vendedor de maíz nuevo. Al parecer, eso no le gustó al interiorano, cuyo sombrero quedó en el suelo; se agachó y lo recogió al tiempo que le manifestó un insulto a Abdiel, el cual no fue bien acogido por este y le soltó un puñetazo en el rostro.
El comerciante decidió buscar un objeto contundente, para defenderse, pero en esa ocasión, el darienita logró escapar.
Pasaron algunos minutos durante los cuales los compañeros de labores en el perímetro agrícola intentaron persuadir al herrerano de que no golpeara con una barra de hierro a Adbiel, sino que se enfrentaran a los puños, vaticinando su ventaja considerando su contextura gruesa.
Sin embargo, al rato, todos continuaron con su faena comercial, olvidando lo sucedido. El comerciante, sin que nadie se percatara, tenía oculta el arma blanca, y al ver al carretillero que se acercaba al área del incidente, descuidado, sacó el filo y se lo hundió en el pecho.
La víctima, al sentirse herido, caminó por medio de un pasillo hasta llegar a un solar, pero se percató de que el agresor lo iba atacar nuevamente, y al verlo corrió como pudo, y en su recorrido dejó un rastro de sangre, y a unos 50 metros, frente a un local, se desplomó, sangrante y agonizando.
La situación impactó tanto a clientes como a comerciantes y agentes de seguridad municipal que se encontraban en el recinto comercial.
Los conocidos lo rodearon y lo animaban a que no se desmayara, que permaneciera despierto, mientras la sangre salía a borbotones de la herida tapada por un pañuelo que era presionado por un buen samaritano. Otra persona lo cubría con un cartón para que no le diera el sofocante sol del mediodía.
Los agentes municipales, al tomar el control de la situación, procedieron a transportar al herido en un auto patrulla hacia el Cuarto de Urgencias del Hospital Santo Tomás, sin embargo, minutos después de ingresar, y cuando los galenos se preparaban para atenderlo, el hombre perdió la batalla ante la muerte.
Al conocer la noticia, los familiares y conocidos de la víctima se acercaron al recinto hospitalario deshechos en dolor.
Mientras todo eso sucedía, en las instalaciones del recinto comercial, las unidades municipales procedían a arrestar al sospechoso, muy cerca al área del ataque.
De inmediato se acercaron las unidades policiales, quienes de inmediato procedieron a cerrar la vía, donde había caído la víctima asesinada, y el lugar del ataque. Estos se encontraron con la escena de un charco de sangre en el piso, acompañado con unos lentes amarillos que utilizaba la víctima, y una gorra de color negro, a pocos metros de la entrada de un local.
Posteriormente se acercaron los peritos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMELCF) para el levantamiento de las evidencias. El arma blanca fue lanzada al techo de las galeras. El agresor quedó a disposición de la sección de Homicidio / Femicidio del Ministerio Público.