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Descubren en Argentina una especie desconocida de arácnido cavernícola
Se trata de una especie de opiliones, arácnidos denominados vulgarmente como arañas patonas y muy frecuentes en zonas húmedas, pero no en sitios como el sur de Mendoza, mayormente árido.
Una especie de arácnido cavernícola hasta ahora desconocida fue descubierta dentro de una cueva en la provincia de Mendoza, en el oeste de Argentina, informaron este viernes fuentes científicas.
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Se trata de una especie de opiliones, arácnidos denominados vulgarmente como arañas patonas y muy frecuentes en zonas húmedas, pero no en sitios como el sur de Mendoza, mayormente árido.
Según informó este viernes el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina, la nueva especie de opilión fue encontrada en la región basáltica de la Payunia (sur de Mendoza), en una caverna volcánica de unos 800 metros conocida como Doña Otilia.
El arácnido fue descrito y clasificado por Luis Acosta, investigador del Conicet en el Instituto de Diversidad y Biología Animal, aunque el hallazgo de los primeros ejemplares correspondió a Marcela Peralta, investigadora de la Fundación Miguel Lillo.
Peralta envió el material a Acosta para su estudio y, a modo de homenaje, el opilión fue bautizado como Otilioleptes marcelae.
En Argentina es común hallar opiliones en la región pampeana (centro), la Mesopotamia (noreste) o las Yungas (norte), pero muy infrecuente encontrarlos en medio de la aridez de la Puna (noroeste), Cuyo (oeste) o la Patagonia (sur).
No obstante, según explicó el Conicet, en ocasiones, en el contexto de ambientes secos, se conservan espacios aislados con microclimas de mayor humedad que permiten la persistencia de especies propias de un tiempo en que las condiciones climáticas del lugar eran más benignas.
"Doña Otilia es un extenso tubo de lava rodeada de un ambiente epígeo semidesértico, en el que sería imposible que cualquier opilión pudiera sobrevivir", señaló Acosta.
No obstante, observó el científico, en el subsuelo de la cueva fluye agua que tiene origen en los deshielos, "la que logra filtrarse a través de grietas de la caverna y mantener altos niveles de humedad -alrededor de un 80 %- en el interior de la misma".
A través del análisis morfológico de ejemplares de ambos sexos, Acosta pudo determinar que se trata de una especie exclusivamente cavernícola, es decir, que desarrolla la totalidad de su vida dentro de los límites de la cueva.
Como en otros casos de especies cavernícolas, Otilioleptes marcelae muestra una serie de caracteres morfológicos que se relacionan con la vida dentro de una cueva.
"Algunas de estas características distintivas son el alargamiento de los apéndices, aparentemente es así por una necesidad sensorial en el marco de la oscuridad total en la que viven", indicó el investigador.
También tiene un tegumento (tejido orgánico que cubre el cuerpo de un animal o alguno de sus órganos internos) más débil, despigmentación y una fuerte reducción del tamaño de los ojos.
"Aún no tenemos claro si pueden ver algo, probablemente no", apuntó Acosta.
Otilioleptes marcelae es el segundo opilión totalmente cavernícola reportado en Argentina.
El primero fue Picunchenops spelaeus, hallado en una cueva de la provincia de Neuquén (oeste), pero el hallado en Mendoza es el primero encontrado en un tubo de lava en América del Sur.
Acosta destacó la importancia evolutiva de este troglobio, así como su potencial vulnerabilidad y la urgente necesidad de establecer medidas de protección de la caverna Doña Otilia, que actualmente no se encuentra dentro de ningún área protegida.