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Técnica ECMO tendría un papel clave en ciertos pacientes críticos de Covid-19
Este es un sistema de oxigenación extracorpórea que canaliza la sangre fuera del cuerpo y, en un circuito, se le añade directamente oxigeno antes de bombearla de nuevo al sistema circulatorio.
La técnica ECMO, un sistema de oxigenación extracorporea que da soporte al corazón y a los pulmones cuando estos órganos no funcionan, tendría un papel clave para tratar a ciertos pacientes de entre los más graves debido a la covid-19, según un estudio que publica The Lancet.
Sin embargo, el equipo internacional que firma el estudio advierte que los pacientes que muestran signos de necesitar este soporte vital avanzado "deben recibirlo en hospitales con equipos de ECMO experimentados y que los hospitales no deben tratar de añadir la capacidad de ECMO en medio de la pandemia".
La investigación "proporciona un fuerte apoyo para el uso de ECMO en pacientes apropiados mientras la pandemia se extiende por todo el mundo", señala la Universidad de Michigan (EE.UU), quien recuerda que, al comienzo de la crisis sanitaria, algunos pequeños estudios habían puesto en duda la utilidad de esta técnica.
La ECMO es un sistema de oxigenación extracorpórea que canaliza la sangre fuera del cuerpo y, en un circuito, se le añade directamente oxigeno antes de bombearla de nuevo al sistema circulatorio.
El coautor principal Graeme MacLaren de la Universidad Nacional de Singapur matizó que "la mayoría de los centros de este estudio no necesitaron usar ECMO para la covid-19 con mucha frecuencia".
El estudio se realizó con 1.035 pacientes que se enfrentaban a un "riesgo de muerte asombrosamente alto", ya que los respiradores y otros cuidados no podían dar apoyo a sus pulmones.
Una vez que fueron tratados con la ECMO su "tasa de mortalidad real fue menos del 40%", lo que, según los autores, es similar a la de pacientes tratados con esta técnica en anteriores brotes de otros virus que dañan los pulmones y otras formas graves de neumonía viral.
El estudio se hizo a través de un registro internacional de la Organización de Apoyo a la Vida Extracorpórea (ELSO) con datos de 213 hospitales de cuatro continentes e incluye datos sobre pacientes de 16 años o más que comenzaron a recibir este tratamiento entre el 16 de enero y el 1 de mayo y a los que dio seguimiento hasta el 5 de agosto.
Hasta esa fecha 380 de los pacientes habían fallecido en el hospital, más del 80 % de ellos en las 24 horas siguientes a la decisión de interrumpir la atención de ECMO debido a un mal pronóstico.
Del resto, el 57% se había ido a casa, a un centro de rehabilitación o a uno de cuidados especializados de larga duración y los demás estaba todavía en el hospital, pero habían llegado a los 90 días después del inicio de la ECMO.
Los datos también muestran que "el riesgo de mortalidad aumenta significativamente con la edad del paciente" y que aquellos que están inmunocomprometidos, tienen lesiones renales agudas, peores resultados con la ventilación asistida o paros cardíacos relacionados con la covid-19 tienen menos probabilidades de sobrevivir, según Barbaro.
Aquellos que necesitaron ECMO para reemplazar la función cardíaca así como la pulmonar también empeoraron.
Los resultados de este estudio a gran escala, "si bien no son pruebas definitivas, proporcionan una comprensión del mundo real del potencial de la EMOC para salvar vidas en una población muy seleccionada de pacientes de covid-19", destacó otro de los autores Daniel Brodie, del Hospital Presbyterian (EE.UU).
Los pacientes que fueron dados de alta a sus casas o en un centro de rehabilitación "probablemente tendrán una larga recuperación por delante" después del nivel de cuidados intensivos que implica la ECMO, pero es "posible que sobrevivan en base a los datos del pasado", indica la universidad.
Sin embargo, el destino de quienes fueron trasladados a centros que proporcionan cuidados a largo plazo a un nivel cercano al de la UCI, "es menos seguro".