Aunque el individuo solitario en su cadalso sabía que sus horas estaban contadas, no es “Crónica de una muerte anunciada”, del Nobel Gabriel García Márquez. Es
Rosalina Orocú Mojica / VIVA Aunque el individuo solitario en su cadalso sabía que sus horas estaban contadas, no es “Crónica de una muerte anunciada”, del Nobel Gabriel García Márquez.Es “Balboa”.
Esa puesta en escena de Emes Producciones y Mare Australe, que estrenó la noche de este lunes en el Teatro Nacional (a $5 la entrada general, a medio precio para los jubilados y a $2 para los estudiantes) y que estará en cartelera hasta hoy miércoles, a las 8:00 p.
m., es otra manera de contar la historia.La misma se relata aquí desde el punto de vista de Vasco Núñez de Balboa, un ausente que este año - del V centenario del descubrimiento del Mar del Sur- ha estado más presente que nunca.
Se centra en los recuerdos que se apretujan y corretean por la mente de un hombre condenado a muerte.Un hombre al que la historia ha colocado en un sitial del que ni su verdugo podrá derribar.
En el monólogo “Balboa”, de la dramaturga española Vanessa Montfort, escrito especialmente para la actriz Mónica Miguel (nacida en España), Vasco Núñez de Balboa jamás admitió ser un traidor.Aceptó, sí, quizás, tener otras culpas.La suerte estaba echada.Habría de morir desacreditado.Aunque su nombre quedaría escrito para siempre en la historia universal.A pesar de todo y de todos.