RedacciónSe creía que una mujer era virgen si luego de oler una lechuga fresca no le daban ganas de ir al baño, o al menos esa es una de las hipótesis que sostiene el teólogo y científico Alberto Magno en su libro 'De Secretis Mulerium', según informa la BBC.El documento, guardado por la Sociedad Real de Química de Londres, buscaba esclarecer este y otros mitos sobre la mujer en los años oscuros de mediados del milenio pasado.
Así, también se daban recomendaciones a los hombres para tener un hijo varón.
Para este fin, la mujer debía tomar vino con matriz e intestinos pulverizados de liebre.Si luego de esto una mujer embarazada tenía el pecho izquierdo más grande que el derecho, la mujer tendría una niña.Caso contrario, la fórmula habría funcionado y el hijo sería un hombre.
Otras teorías señalaban que las mujeres podían matar con la mirada si se encontraban en época de menstruación y que los antojos del embarazo se debían al mal humor.