Un diagnóstico a tiempo te salva la vida
Un diagnóstico de una enfermedad en etapa temprana puede salvar vidas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de ovario es el séptimo más padecido entre las mujeres a nivel global. Cada año se detectan aproximadamente 238,700 nuevos casos y fallecen cerca de 151,000. Se estima que para el año 2020, a alrededor de 151 panameñas se les diagnosticará esta enfermedad.
“Cuando el cáncer de ovario está localizado y se detecta a tiempo, más del 90% de las mujeres logra vivir por un periodo superior a cinco años posteriores a su diagnóstico”, aseveró la Dra. Vanessa Campos, quien añadió: “Este cáncer se origina en cualquiera de los dos ovarios, los cuales son las glándulas reproductoras femeninas, debido a un crecimiento anormal y sin control de células. Cuando el tumor avanza, puede ocasionar desde dolor en el abdomen y en la zona pélvica hasta sangrados o secreciones vaginales atípicas, sensación constante de orinar y problemas gastrointestinales como gases o estreñimiento, entre otros. Si una o varias de esta señales persisten por más de dos semanas, se le recomienda a la mujer acudir de inmediato a su médico para una valoración”.
Si una mujer presenta signos persistentes de la enfermedad, el ginecólogo o médico tratante realizará su historia clínica -incluye los factores de riesgo-. Además le practicará un examen físico y ginecológico para conocer si existe líquido en el abdomen o alguna alteración en el tamaño de los ovarios, vagina u otros órganos localizados en la pelvis.
Los tratamientos seleccionados por el ginecólogo oncólogo y su equipo dependerán del tipo de cáncer de ovario, la fase en la que se encuentre, la salud y edad de la paciente. La cirugía es la terapia principal de la mayoría de los casos, puede usarse para remover el ovario afectado con su trompa de Falopio o ambos ovarios, el útero o hasta cierta parte del colon cuando ya está más avanzado.
También se pueden utilizar la quimioterapia, radioterapia y las terapias dirigidas, las cuales atacan directamente a las células malignas y permiten conservar las saludables.