Autoridades tienen miedo de que haya violencia en la final entre Boca y River
El duelo de ida tendrá lugar en la Bombonera de Boca el 10, mientras que el choque de vuelta será en el Monumental de River el 24.
Los jugadores de Boca Juniors eliminaron al Palmeiras. /AP
Por: BUENOS AIRES/ AP -
Boca Juniors y River Plate sostendrán los partidos de la final de la Copa Libertadores el 10 y 24 de noviembre respectivamente y sin público visitante, anunciaron los presidentes de ambos clubes argentinos el lunes.
El duelo de ida tendrá lugar en la Bombonera de Boca el 10, mientras que el choque de vuelta será en el Monumental de River el 24. Ambos partidos comenzarán a las 5:00 de la tarde hora local (20.00 GMT).
Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors, y Rodolfo D’Onofrio, titular de River Plate, informaron sobre la decisión de que los dos encuentros se celebren sin público visitante en una rueda de prensa a la que también asistió el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio Tapia, con quienes se reunieron previamente para consensuar la postura tomada.
TAMBIÉN PUEDES LEER: Floyd Mayweather saldrá del retiro para enfrentar a un kickboxer japonés
Tapia indicó que a pesar del atractivo local e internacional que genera el clásico argentino, la posibilidad de que acudan hinchas del club contrario _propuesta por el presidente Mauricio Macri_, “puede generar inconvenientes”.
“A pesar de esta decisión, Boca Juniors y River Plate valoran y reconocen el interés del presidente Mauricio Macri por promover la presencia del público visitante en estas dos finales”, señaló el titular de la AFA.
Macri trasladó el viernes a los presidentes de ambos clubes la decisión de cómo debían jugarse ambos duelos poco después de manifestarse a favor de la presencia de público visitante, lo que generó un revuelo.
Desde 2013 que en el país sudamericano la mayoría de los encuentros de fútbol se juegan sin público visitante para evitar incidentes violentos. El anuncio de levantar la veda para un encuentro de tamaña trascendencia había despertado sorpresa por el riesgo que supone a pocos días de celebrarse en el país la cumbre de líderes del G20.