Día 10 en París: del oro de Djokovic a los 9,79 de Noah Lyles
El oro de Novak Djokovic, tras vencer en la final a Carlos Alcaraz, y la emocionante final de los 100 metros lisos con el triunfo de Noah Lyles, que se convirtió en el hombre más rápido del mundo al ganar en el Estadio de Francia, en París, la final olímpica de los 100 metros con un tiempo de 9,79, mejor marca personal, fueron dos de las noticias más destacadas de la jornada 10 de los JJOO París 24.
Lyles pone a Estados Unidos al frente del medallero de París 2024
Noah Lyles aventajó en solo cinco milésimas al jamaicano Kishane Thompson. Lyles inició en París, en la primera final que disputa, el reto con el que ha llegado a la ciudad francesa, el de ganar los oros en 100, 200 y el relevo 4x100, el mismo triplete que hizo hace justo un año en los Mundiales de Budapest.
El velocista estadounidense, 27 años, afrontó la final consciente de que los casi 80.000 espectadores que abarrotaron el Estadio de Francia estaban pendiente de él y él respondió montando un 'show' antes de la carrera, alentando al público, dándose golpes en el pecho y haciendo gestos de complicidad con la grada.
Sus 0.178 de reacción fueron el peor tiempo de los ocho finalistas, por lo que en carrera le tocó remontar, algo que hizo con esa punta de velocidad que a mitad de recorrido le ha salvado de una mala salida. En meta paró el crono 9.79, mismo tiempo que el joven jamaicano Kishane Thompson, que llegó solo cinco milésimas después para colgarse la plata y sorprender al estadounidense Fred Kerley, que se conformó con el bronce con sus 9.81.
Djokovic deja a Carlos Alcaraz sin oro
La mejor versión de Novak Djokovic, la necesaria para sobrevivir al ciclón Carlos Alcaraz, apartó al español del camino hacia el oro y, por fin, le coronó como campeón olímpico, en París 2024, con una victoria por 7-6 (3) y 7-6 (2), el único éxito grande que quedaba pendiente en su inigualable historial y que dejó a su rival a orillas de otro registro legendario.
Un partido de altísimo nivel entre los dos mejores del momento que realzó la ambición de un jugador que se resiste a descender del pedestal en el que le ha situado la historia ante un alumno aventajado, un privilegiado natural que apunta a deportista de leyenda.
El Djokovic más brillante, a lo campeón, cerró el círculo y enterró su obsesión olímpica. Ha sido tardía, pero llegó. El más veterano en disputar una final de unos Juegos, en lograr el oro, se sitúa entre los elegidos.