Panamá, entre la esperanza y la incertidumbre por la decisión jurídica del contrato minero (Fotos)

Ambientalistas y jóvenes acampan desde hace días frente a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Panamá con la "esperanza" de que ese órgano declare inconstitucional el contrato minero, epicentro de la grave crisis que azota al país desde hace un mes, buscando así presionar a los magistrados, que inician desde este viernes una sesión permanente. Fotos: EFE

"Esperamos que la Corte falle a favor de la inconstitucionalidad. Este es un reclamo desde hace más de un mes (...) y esperamos que se dé en beneficio del país, de la patria y de la soberanía", dijo a EFE Carlos Escudero, del Movimiento Panamá Vale Más Sin Minería, uno de los grupos ambientalistas más populares.

Desde el pasado 12 de noviembre, un grupo "vigila" día y noche al Supremo para que dé una decisión lo más pronto posible, ya que el máximo órgano de justicia del país tiene en sus manos el futuro de ese polémico contrato con Minera Panamá, filial de la canadiense First Quantum Minerals (FQM), y una posible salida a la crisis interna.

La presión sobre el máximo órgano judicial de Panamá se intensificará este viernes, cuando el pleno de la Corte Suprema de Justicia entrará en "sesión permanente" para decidir el fallo sobre la inconstitucionalidad o no de ese contrato minero, foco de las mayores protestas en Panamá desde hace décadas.

Aunque parte de la sociedad panameña desea que la Justicia falle a favor del clamor popular, que desde hace semanas exige a las autoridades con manifestaciones callejeras y bloqueos viales eliminar ese contrato por su impacto ecológico y a la soberanía del país, algunos manifestantes han reconocido a EFE su desconfianza hacia el órgano de justicia, al que acusan de estar politizado.

"Esperamos que haya una respuesta positiva a nuestro país y que el fallo se dé de manera efectiva a favor de nuestra nación", declaró sin embargo a EFE Edgar Días, del movimiento ecologista Voz Verde.

Frente a la entrada principal del Palacio Gil Ponce, como se conoce a la Corte Suprema, hay un enorme cartel con el mensaje "CSJ El pueblo está vigilando" y un gran cepo al lado, un artefacto de madera que inmoviliza las manos y los pies utilizado desde hace siglos en las áreas indígenas de Panamá como método de castigo.

Los jóvenes y los ambientalistas mantienen turnos matutinos y vespertinos, organizados a través de redes sociales. También han levantando un pequeño "campamento base" -como ellos lo denominan- a un costado de la sede de justicia rodeado de casetas de campaña y una gran olla al fuego.

De esa manera y pese a la incesante lluvia, no han abandonado la vigila que comenzó días después de que el Parlamento desistiera derogar el contrato minero a través de un proyecto de ley, dejando sobre los magistrados la decisión de declararlo inconstitucional, una vía que los ambientalistas defienden al considerar que eso pondría en una situación más ventajosa al Estado panameño frente a un posible arbitraje internacional.

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