Alemania golea 4-0 a Portugal
También precipitó el último acto desquiciado de Pepe, el zaguero central portugués, expulsado a los 37 minutos.
Brasil
AP
Al compás de un triplete de Thomas Mueller, un goleador iluminado para los mundiales, Alemania desmanteló el lunes 4-0 a un torpe Portugal en su debut en el Grupo G de la Copa del Mundo.
En una selección que no juega con un centrodelantero fijo, Alemania tiene en Mueller un definidor implacable y fue el líder de una resonante victoria en su primera presentación en Brasil. El mediocampista ofensivo del Bayern Munich abrió el marcador a los 12 minutos al convertir de penal, facturó el tercero poco antes del descanso y puso cifras definitivas a los 78.
También precipitó el último acto desquiciado de Pepe, el zaguero central portugués, expulsado a los 37 minutos.
Antecedido por una fama de jugador que pierde los estribos fácilmente, Pepe se enfrascó en un altercado con Mueller. Con el alemán en el suelo, Pepe se agachó gritándole y le pegó un cabezazo. Milorad Mazic, el árbitro serbio, le mostró la roja directa.
Portugal había insinuado unas muy buenas intenciones en los primeros compases, con las apariciones en velocidad de Cristiano Ronaldo y Hugo Almeida en los contragolpes.
Pero el partido se le escapó de las manos, convirtiéndose en una pesadilla en la Arena Fonte Nova de Salvador, cuando Joao Pereira jaloneó dentro del área a Mario Goetze. Mueller definió magistral, un remate fuerte y rasante, para el 1-0.
Mats Hummels anotó el segundo a los 32 al cabecear el tiro de esquina de Toni Kroos, a lo que siguió la expulsión de Pepe que esencialmente hundió anímicamente a Portugal.
Poco antes del descanso, Mueller se aprovechó de un nuevo despiste luso, esta vez un mal despeje de Bruno Alves, y empalmó con la zurda para el tercer tanto germano.
El segundo tiempo fue casi un trámite. Con los portugueses fundidos físicamente, Andre Schuerrle tuvo completa facilidad para servir un centro por la derecha. El portero Rui Patricio manoteó débil el balón, dejándole a los pies de Mueller, quien no desperdició el obsequio.