Brasil gana Copa Confederaciones
Fue una exhibición de lujo del mejor Brasil en mucho tiempo, ante un campeón mundial desconocido que perdía 1-0 luego de apenas 95 segundos y que fue cuesta abajo desde entonces.
Brasil envió un potente mensaje a España y el resto de las potencias del fútbol: será cuesta arriba ganarle en la Copa del Mundo del próximo año en su casa.
Fred marcó un doblete, Neymar agregó otro gol _de gran clase_ y Brasil, ante un público delirante que colmó el estadio Maracaná, derrotó el domingo 3-0 a España en la final de la Copa Confederaciones.
Fue una exhibición de lujo del mejor Brasil en mucho tiempo, ante un campeón mundial desconocido que perdía 1-0 luego de apenas 95 segundos y que fue cuesta abajo desde entonces.
Sin duda un toque de atención para España, que venía con un desgaste adicional por haber jugado una prórroga y definición de penales en semifinales contra Italia, y que tuvo un día menos de descanso que Brasil.
España perdió por primera vez desde noviembre de 2011, cuando cayó 1-0 en un amistoso contra Inglaterra en Londres, una seguidilla invicta de 26 encuentros. Toda racha debe terminar, pero en este caso la forma fue inesperada incluso para el más ferviente hincha brasileño.
En la previa se hablaba de una final soñada, el campeón del mundo y Europa, la mejor selección de los últimos años, frente al anfitrión de la Confederaciones y del Mundial, en un escenario incomparable como el Maracaná. Brasil jugó de ensueño, y sueña con su sexta corona mundial. Lo de España fue toda una pesadilla.
Fred madrugó a España y puso a delirar a la torcida a los dos minutos, cuando Hulk mandó un centro desde la derecha y Neymar, casi sin querer, bajó la pelota dentro del área chica. El delantero del Fluminense, acostumbrado a meter algunos goles insólitos, se había caído en el brinco, pero empujó la pelota desde el suelo para abrir la cuenta.
Delirio en el Maracaná, y coros provocadores de ``timinho'' (equipito) de los más de 75.000 espectadores que pintaron de amarillo las gradas del famoso estadio en Río de Janeiro.
Brasil pisó el acelerador y mantuvo una presión frenética, casi insostenible. No dejó a España salir con el balón, interrumpió los canales de circulación, y asfixió a Xavi Hernández y Andrés Iniesta en el centro de campo.
David Luiz, que sacó una pelota de la raya a los 41 minutos, fue un muro en la última línea, mientras la velocidad de Neymar amenazaba constantemente por la banda izquierda.
Xavi, Iniesta y los otros futbolistas del Barcelona en la Roja presenciaron de primera mano al que será su compañero de club la próxima temporada. Y lo que vieron tiene que gustarles.
Neymar hizo el segundo a los 44, al recibir pase de Oscar y fusilar al portero Iker Casillas con un zurdazo al ángulo.
España no había terminado de plantarse en la cancha en el segundo tiempo cuando llegó el quinto gol de Fred en el campeonato. Pase entre líneas de Hulk, que Neymar dejó pasar, y definición de zurda de Fred.
3-0 y a otra cosa.
La Roja tuvo una oportunidad inmejorable de descontar a los 55 después que Marcelo derribó a Jesús Navas dentro del área. Sin embargo, Sergio Ramos tiró el penal afuera.
El portero brasileño Julio César tuvo un par de intervenciones buenas en la última media hora, pero España nunca dio la sensación de estar totalmente metida en el partido o de tener la capacidad para remontar.
A los españoles les queda clavada la espina de 2009, cuando fueron eliminados por Estados Unidos en las semifinales de la Confederaciones en Sudáfrica, y siguen sin levantar el único trofeo que le falta a esta generación.
Fred marcó un doblete, Neymar agregó otro gol _de gran clase_ y Brasil, ante un público delirante que colmó el estadio Maracaná, derrotó el domingo 3-0 a España en la final de la Copa Confederaciones.
Fue una exhibición de lujo del mejor Brasil en mucho tiempo, ante un campeón mundial desconocido que perdía 1-0 luego de apenas 95 segundos y que fue cuesta abajo desde entonces.
Sin duda un toque de atención para España, que venía con un desgaste adicional por haber jugado una prórroga y definición de penales en semifinales contra Italia, y que tuvo un día menos de descanso que Brasil.
España perdió por primera vez desde noviembre de 2011, cuando cayó 1-0 en un amistoso contra Inglaterra en Londres, una seguidilla invicta de 26 encuentros. Toda racha debe terminar, pero en este caso la forma fue inesperada incluso para el más ferviente hincha brasileño.
En la previa se hablaba de una final soñada, el campeón del mundo y Europa, la mejor selección de los últimos años, frente al anfitrión de la Confederaciones y del Mundial, en un escenario incomparable como el Maracaná. Brasil jugó de ensueño, y sueña con su sexta corona mundial. Lo de España fue toda una pesadilla.
Fred madrugó a España y puso a delirar a la torcida a los dos minutos, cuando Hulk mandó un centro desde la derecha y Neymar, casi sin querer, bajó la pelota dentro del área chica. El delantero del Fluminense, acostumbrado a meter algunos goles insólitos, se había caído en el brinco, pero empujó la pelota desde el suelo para abrir la cuenta.
Delirio en el Maracaná, y coros provocadores de ``timinho'' (equipito) de los más de 75.000 espectadores que pintaron de amarillo las gradas del famoso estadio en Río de Janeiro.
Brasil pisó el acelerador y mantuvo una presión frenética, casi insostenible. No dejó a España salir con el balón, interrumpió los canales de circulación, y asfixió a Xavi Hernández y Andrés Iniesta en el centro de campo.
David Luiz, que sacó una pelota de la raya a los 41 minutos, fue un muro en la última línea, mientras la velocidad de Neymar amenazaba constantemente por la banda izquierda.
Xavi, Iniesta y los otros futbolistas del Barcelona en la Roja presenciaron de primera mano al que será su compañero de club la próxima temporada. Y lo que vieron tiene que gustarles.
Neymar hizo el segundo a los 44, al recibir pase de Oscar y fusilar al portero Iker Casillas con un zurdazo al ángulo.
España no había terminado de plantarse en la cancha en el segundo tiempo cuando llegó el quinto gol de Fred en el campeonato. Pase entre líneas de Hulk, que Neymar dejó pasar, y definición de zurda de Fred.
3-0 y a otra cosa.
La Roja tuvo una oportunidad inmejorable de descontar a los 55 después que Marcelo derribó a Jesús Navas dentro del área. Sin embargo, Sergio Ramos tiró el penal afuera.
El portero brasileño Julio César tuvo un par de intervenciones buenas en la última media hora, pero España nunca dio la sensación de estar totalmente metida en el partido o de tener la capacidad para remontar.
A los españoles les queda clavada la espina de 2009, cuando fueron eliminados por Estados Unidos en las semifinales de la Confederaciones en Sudáfrica, y siguen sin levantar el único trofeo que le falta a esta generación.