El engramado del Rommel Fernández necesita reposo
Las condiciones del engramado del templo del fútbol nacional, el estadio Rommel Fernández, salieron a la palestra el pasado viernes, cuando una fuerte lluvia inundó el campo e impidió que se disputara la final del Torneo Clausura de la Liga Panameña de Fútbol (LPF), Copa Digicel.
El Tauro y el Chepo, los dos finalistas de la LPF, tendrán que esperar hasta el martes (8:00 p.m.) para decidir de una vez por todas quién será el nuevo monarca del fútbol panameño.
Los baches en el césped del Rommel evidenciaron que el teatro del balompié nacional no estaba tan bien como aparentaba.
Causas
Según el Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes), ente encargado del mantenimiento del coloso de Juan Díaz, con la cantidad de agua que cayó sobre el terreno del Rommel era de esperarse que sufriera daños.
"De acuerdo con el reporte climatológico de la empresa ETESA (Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A.) se reportó un acumulado de agua de lluvia de 64 mm en un periodo de 4 horas", apuntó Pandeportes. "Ante un evento de tal magnitud, cualquier sistema de drenaje, por más eficiente que sea, se encontraría comprometido con su velocidad de evacuación