Golazo - 30/1/14 - 12:58 AM

La amenaza que no se cumplió

Los Santos no es bien visto hoy en las semifinales del Campeonato Nacional de Béisbol Juvenil 2014, las cuales arrancan mañana. Un equipo que fue ensuciado

Por: - Jueves 30 de Enero de 2014 12:58 AM

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Los Santos no es bien visto hoy en las semifinales del Campeonato Nacional de Béisbol Juvenil 2014, las cuales arrancan mañana. Un equipo que fue ensuciado por la mala decisión de su principal dirigente, Carlos “Tito” Afú, al que su prepotencia no lo dejó ver más allá de lo correcto.

Y sí, quiero poner nuevamente el dedo en la herida, porque a Afú le salió barato su acto de niño malcriado, luego de que diera la orden a la novena santeña de que abandonara el terreno de juego del estadio Rico Cedeño, porque a él y a un grupo de sus acompañantes no los dejaron entrar al coliseo.

A Afú ni siquiera le importó que la orden viniera del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) de Herrera, que había cerrado las puertas del estadio como medida de seguridad ante la cantidad de personas que había en esa instalación deportiva. Pero esto no lo comprendió Afú. En ese momento, el enojo fue mucho más fuerte que la razón. Se llenó de ira y al final su prepotencia lo llevó a dar una orden que hizo ensuciar la historia de la pelota panameña. Un acto bochornoso, con un estadio lleno a su capacidad. Con fanáticos que asistieron a ver un buen espectáculo, pero que al final pagaron para ser testigos de un acto apestoso, que tuvo como protagonista principal a un dirigente que, por vergüenza, debió presentar su carta de renuncia desde el pasado viernes, día del incidente.

Es más, ni siquiera Afú debió renunciar. Soy de los que creo que a la Federación Panameña de Béisbol (Fedebeis) le faltó pantalones para echar a Afú y a su equipo del campeonato juvenil, luego de la amenaza que hizo este dirigente a través de la pantalla de televisión de TVMax.

Afú fue desafiante y señaló directamente al presidente de la Fedebeis, Wigberto Quintero, a que se atreviera a sancionarlo, prometiendo de que abandonaba el campeonato juvenil, e incluso, no participaría en la categoría mayor.

Pero esta amenaza cayó en oídos sordos. A la Fedebeis y a su presidente, Quintero, les tembló el pulso para hacer realidad la amenaza a Afú.