Golazo - 22/9/13 - 05:14 PM
Medias Rojas: De ser el peor, a la postemporada
"Fue un borrón y cuenta nueva en 13 meses'', comentó esta semana durante una entrevista en su suite Larry Lucchino, presidente y director ejecutivo de los Medias Rojas. ``Hace 13 estábamos derrotados.
Boston
AP
Los Medias Rojas de Boston necesitaban de una victoria para asegurar su pase a los playoffs, y el Fenway Park estaba a reventar con la concurrencia más grande de la temporada.
La afición no sólo se presentó a este juego de mitad de semana contra Baltimore con el deseo de celebrar que su equipo volvía a la postemporada.
También celebraban el ``Dollar Beard Night'' (La Noche de los Barbudos), que atrajo a más de 4.000 de fanáticos luciendo barbas de toda clase_ con varios más que no pudieron entrar _ por el grupo de jugadores que se encargó del repunte de un club que hace un año había quedado último en su división y era despreciado a entreverarse entre los mejores de las Grandes Ligas. Hasta la mascota, Wally, se puso una barba postiza.
``Las barbas son parte de la camaradería; es casi intenso''; dijo el propietario de los Medias Rojas John Henry poco después de que el primera base Mike Napoli conectó un cuadrangular para empatar el juego y encender la ahora tradicional celebración de jaloneo de barbas. ``Por mí, siempre había subestimado el efecto de la camaradería'', señaló.
Remontándose al tiempo cuando los Medias Rojas tenían que hacer bullicio para vender boletos, la ``Dollar Beard Night'' también trajo recuerdos de carismáticos equipos de Boston de un pasado no tan distante: los ``Idiots'', que en 2004 terminaron con la sequía de 86 años en que la franquicia no ganaba el campeonato de la Serie Mundial.
Desde entonces, empero, el equipo olvidó sus tradiciones. Se abrieron las chequeras para contratar agentes libres con grandes nombres, sin tener en cuenta cómo responderían en la alineación, en el camerino o el ambiente del Fenway Park.
La estrategia colapsó junto con el equipo en septiembre de 2011, cuando registró marca de 7-20 para desperdiciar una ventaja de nueve juegos en la lucha por el boleto de comodín a la postemporada de la Liga Americana. La siguiente temporada no hubo un súbito derrumbe: los Medias Rojas terminaron en el último lugar con marca de 69-93, su peor campaña en casi medio siglo.
``Fue un borrón y cuenta nueva en 13 meses'', comentó esta semana durante una entrevista en su suite Larry Lucchino, presidente y director ejecutivo de los Medias Rojas. ``Hace 13 estábamos derrotados. Y quizá algo así puede ser, en esta manera perversa, puede ser una cosa positiva para una organización que tuvo al inicio mucho éxito sostenido. Una oportunidad para reconsiderar lo que estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo'', añadió
Los Medias Rojas certificaron su vuelta a los playoffs el jueves y al día siguiente se coronaron campeones de la División Este. Con 94 victorias, ostentan el mejor récord de las mayores.
Henry le dio el crédito a John Farrell y al gerente general Ben Cherington por imponer ``oficio y estabilidad al equipo tras 13 tumultuosos meses. Ferrell, un ex coach de pitcheo de los Medias Rojas, dejó el puesto en Toronto para apaciguar las aguas que su predecesor Bobby Valentine dejó agitadas en un solitario año a cargo.
``El objetivo era cambiar el rendimiento, la personalidad, la percepción que se tenía del club'', dijo Lucchino mientras admiraba la multitud de 38.540 fanáticos. ``Creo que lo hemos hecho bien''.
AP
Los Medias Rojas de Boston necesitaban de una victoria para asegurar su pase a los playoffs, y el Fenway Park estaba a reventar con la concurrencia más grande de la temporada.
La afición no sólo se presentó a este juego de mitad de semana contra Baltimore con el deseo de celebrar que su equipo volvía a la postemporada.
También celebraban el ``Dollar Beard Night'' (La Noche de los Barbudos), que atrajo a más de 4.000 de fanáticos luciendo barbas de toda clase_ con varios más que no pudieron entrar _ por el grupo de jugadores que se encargó del repunte de un club que hace un año había quedado último en su división y era despreciado a entreverarse entre los mejores de las Grandes Ligas. Hasta la mascota, Wally, se puso una barba postiza.
``Las barbas son parte de la camaradería; es casi intenso''; dijo el propietario de los Medias Rojas John Henry poco después de que el primera base Mike Napoli conectó un cuadrangular para empatar el juego y encender la ahora tradicional celebración de jaloneo de barbas. ``Por mí, siempre había subestimado el efecto de la camaradería'', señaló.
Remontándose al tiempo cuando los Medias Rojas tenían que hacer bullicio para vender boletos, la ``Dollar Beard Night'' también trajo recuerdos de carismáticos equipos de Boston de un pasado no tan distante: los ``Idiots'', que en 2004 terminaron con la sequía de 86 años en que la franquicia no ganaba el campeonato de la Serie Mundial.
Desde entonces, empero, el equipo olvidó sus tradiciones. Se abrieron las chequeras para contratar agentes libres con grandes nombres, sin tener en cuenta cómo responderían en la alineación, en el camerino o el ambiente del Fenway Park.
La estrategia colapsó junto con el equipo en septiembre de 2011, cuando registró marca de 7-20 para desperdiciar una ventaja de nueve juegos en la lucha por el boleto de comodín a la postemporada de la Liga Americana. La siguiente temporada no hubo un súbito derrumbe: los Medias Rojas terminaron en el último lugar con marca de 69-93, su peor campaña en casi medio siglo.
``Fue un borrón y cuenta nueva en 13 meses'', comentó esta semana durante una entrevista en su suite Larry Lucchino, presidente y director ejecutivo de los Medias Rojas. ``Hace 13 estábamos derrotados. Y quizá algo así puede ser, en esta manera perversa, puede ser una cosa positiva para una organización que tuvo al inicio mucho éxito sostenido. Una oportunidad para reconsiderar lo que estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo'', añadió
Los Medias Rojas certificaron su vuelta a los playoffs el jueves y al día siguiente se coronaron campeones de la División Este. Con 94 victorias, ostentan el mejor récord de las mayores.
Henry le dio el crédito a John Farrell y al gerente general Ben Cherington por imponer ``oficio y estabilidad al equipo tras 13 tumultuosos meses. Ferrell, un ex coach de pitcheo de los Medias Rojas, dejó el puesto en Toronto para apaciguar las aguas que su predecesor Bobby Valentine dejó agitadas en un solitario año a cargo.
``El objetivo era cambiar el rendimiento, la personalidad, la percepción que se tenía del club'', dijo Lucchino mientras admiraba la multitud de 38.540 fanáticos. ``Creo que lo hemos hecho bien''.