Reencuentro de viejos conocidos
Benfica aspira poner fin a la llamada maldición de Béla Guttmann, entrenador húngaro, que en 1962 auguró que nunca más volverían a ganar un título europeo sin él.
El Sevilla y el Benfica, dos clubes centenarios que hace 57 años coincidieron por primera y única vez en un torneo continental, la entonces denominada Copa de Europa, volverán a verse hoy en el Juventus Stadium de Turín, ahora con las ganas e ilusión de proclamarse campeones de la Liga Europa.
El equipo hispalense, que según el sorteo de la Uefa ejercerá de local, y el lisboeta quedaron emparejados para disputar en septiembre de 1957 la primera eliminatoria de la Copa de Europa de ese año y fue el equipo español el que superó la ronda al ganar en Sevilla 3-1 y empatar a cero después en la capital portuguesa.
Desde entonces, el Benfica ha sido un clásico de fútbol continental y el Sevilla tomó protagonismo con la entrada del siglo XXI, en el que ha sido un habitual entre la Liga de Campeones y la Liga de Europa, hasta el punto de tener dos títulos del segundo torneo continental (2006 y 2007) y el de la Supercopa de Europa de 2007.
Con esa experiencia, el equipo que entrena por segunda temporada Unai Emery viaja a la ciudad italiana con ganas de repetir su último éxito europeo de hace siete años, cuando se impuso en Glasgow al Espanyol en una tanda de penaltis.
Mientras, un imponente Benfica que busca ajustar cuentas después de caer contra el Chelsea en la final el año pasado. Los portugueses son favoritos en las apuestas, a pesar de contar con sensibles bajas.
Las lesiones del defensa luso Silvio y del centrocampista serbio Fejsa, así como las sanciones del argentino Enzo Pérez -verdadero cerebro de las "águilas"- y su compatriota Salvio -considerado su jugador más desequilibrante- pondrán a prueba la profundidad de plantilla encarnada.
Probablemente también se pierda la final el mediapunta serbio Markovic, que vio la tarjeta roja en la vuelta de las semifinales, aunque la Uefa todavía debe pronunciarse sobre el recurso presentado por su club.
A pesar de rechazar la etiqueta de favoritos, los portugueses han impresionado a propios y extraños al eliminar a dos "pesos pesados" del fútbol europeo como el Tottenham y la Juventus, especialmente a la "Vecchia Signora", campeona del Calcio, y que contaba con el aliciente de disputar la final en casa.
Detrás de los buenos resultados continentales de las "águilas" -en las últimas tres campañas ha llegado a cuartos de Liga de Campeones y a dos finales de Liga Europa- se encuentra la mano de su entrenador, Jorge Jesús, declarado admirador del llamado "tiki taka".