Un corazón partido
Thierry Henry afronta un dilema en las semifinales de la Copa Mundial.
Una victoria de Francia frustrará conseguir un logro colosal en su nueva actividad profesional.
Si Bélgica gana, el exdelantero conseguirá ese éxito, pero eliminará a la selección de su país natal, de la que es goleador histórico.
Sin importar cuál sea el resultado del partido de este martes en San Petersburgo, es seguro que le dejará una sensación agridulce a “Titi”.
“Pienso que su corazón estará dividido mañana (hoy), porque por encima de todo él es francés y vivió una época grandiosa con la selección francesa”, comentó Hugo Lloris, arquero de Les Bleus, durante la conferencia de prensa previa al encuentro.
Henry es un histórico del fútbol francés. Formó parte de la selección que se coronó como anfitriona en 1998. En su debut mundialista, Henry anotó tres goles y convirtió un penal en la tanda que definió el duelo de cuartos de final ante Italia.
No obstante, se quedó en el banquillo durante la final en que la selección francesa goleó 3-0 a Brasil.
“Tuve la suerte de haber jugado con él durante dos años con Francia”, valoró Lloris, quien debutó en la selección hace una década. “Era un jugador fantástico”.
Sí, pero ahora es rival. El entrenador español de Bélgica, Roberto Martínez, invitó a Henry para que colaborara con la selección desde hace dos años, transmitiendo sus conocimientos como delantero _es el máximo goleador en la historia de la selección francesa, con 51 tantos en 123 partidos, y del Arsenal, con 228 dianas.
Especialmente, Martínez esperaba que Henry aportara consejos para que esta gran generación de jugadores belgas entendiera cómo hizo aquel equipo francés de 1998 para soportar la presión y conseguir su primera coronación en el mundial.