Cuando Internet salvó al padre de un 'meme'

Se llama Sammy Griner pero todos le conocen como el 'meme' del bebé con cara de mala leche y el puño levantado en señal de victoria. Aquel niño con camiseta verde ha crecido y quiere tu ayuda (y quién no, cuando se hace mayor). Su padre necesita un trasplante de riñón y Sammy, junto a su madre, ha lanzado una campaña en Internet para recaudar fondos para la operación y el tratamiento previo al trasplante. ¿Todo esto no ha parado de ser raro y a la vez increíble", ha dicho Laney Griner, la madre de Sammy, en declaraciones recogidas en el ABC News. Y lo es. Internet ha salvado a un meme. ¿Qué será lo siguiente? ¿Internet salvando a Julio Iglesias? (Eso ya ha pasado. Y lo sabes). ¿Internet salvando a la niña de las pompas? (Ojalá). Bromas aparte, desde el 8 de abril la familia Griner ha conseguido reunir 79.000 dólares (se plantearon llegar a los 75.000). Internet se ha volcado con el niño que les ha hecho reír durante tantos años. Ésta es la solidaridad moderna: inesperada, aplastante, efímera a veces. Como la fama. Justin Griner tiene 39 años y sus problemas en el riñón han provocado que tres días a la semana, desde hace seis años, tenga que someterse a diálisis. Aunque Medicare (el sistema de salud público de Estados Unidos) cubrirá el 80% de los costes posteriores a la operación, Justin tendrá que medicarse de por vida. Sólo en los primeros años tras pasar por el quirófano los fármacos que deberá tomar superarán los 12.000 euros. En 2007, la madre de Sammy subió la foto de su hijo un segundo antes de tirar un puñado de arena a Flickr. De ahí, a Getty Images. Y empezó a compartirse. Para 2010, el "Succes Baby" ya era un éxito. No es el único niño que, prácticamente, ha nacido 'celebrity'. Están, por ejemplo, Charlie y su hermano, más conocidos por el vídeo "Charlie Bit Me" (Charlie me ha mordido), uno de los más vistos en la historia de Youtube. O David, que nunca olvidará su visita al dentista. Su padre creó una página web (davidafterdentist.com), en la que va contando cosas de la vida real de David (esa que el pobre niño, bajo el efecto de la anestesia, no encontraba en la parte de atrás del coche). En 2010, varios medios cifraban en unos 150.000 dólares las ganancias de la familia DeVore a raíz del famoso vídeo.